Los casos de numerosos jóvenes radicalizados y convertidos en potenciales yihadistas, muchos de ellos menores de edad, se han disparado en España.
El último caso, pero ni muchos menos ha sido el único, ocurrió en Benavente (Zamora) y Cullera (Valencia) donde la benemérita desmanteló una red de 50 menores de edad captados por dos jóvenes de 18 años.
Como consecuencia de ello, la titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, María Tardón, ha enviado a prisión a Hugo y Salim por presuntos delitos de integración en organización terrorista y adoctrinamiento a terroristas.
La investigación ha estado centrada en la actividad desarrollada en internet y redes sociales dado que los dos jóvenes se dedicaban a difundir propaganda yihadista a través del sistema de mensajería Telegram.
Las fuentes consultadas aseguran que estos dos chicos de 18 años lograron crear una red de unos cincuenta menores, de diez ciudades distintas, que se comunicaban a través Internet salvo en ciudades como Ceuta y Melilla en la que se producían encuentros presenciales.
Auge de jóvenes y menores radicalizados
Ya hace unos meses se observo una gran preocupación en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de los magistrados destinados a luchar contra el fenómeno yihadista debido al auge de jóvenes radicalizados. En el mes de mayo, el Juzgado de Menores de la Audiencia Nacional abrió investigación sobre 8 nuevos casos de jóvenes que se habían unido al Daesh. Una cifra muy a tener en cuenta, si se compara con los 4 casos que se registró en todo 2022.
Los investigadores apuntan que han detectado la causa de este fenómeno. Y es que, añaden, «hemos detectado que los menores investigados tienen la necesidad de pertenecer a un grupo y, actualmente, sólo existen dos opciones: o las bandas latinas o el radicalismo yihadista». Además, aseguran que «no existe un perfil concreto de los jóvenes que se radicalizan, muchos son españoles sin ningún vínculo con la cultura árabe».
Redes yihadistas
Pese a que en los últimos años ha habido un descenso significativo de las acciones terroristas cometidas en Europa, sin embargo, la actividad de las redes de captación no solo ha seguido estable sino que, incluso, en aumento.
Ejemplo de ello, relatan los expertos en materia antiterrorista, son algunas de las redes desarticuladas en el último año cuya actividad y capacidad para reclutar jóvenes ha sorprendido a los investigadores. Entre los reclutadores hay un perfil concreto: el del yihadista radicalizado en prisión que, tras salir de la cárcel, inicia una labor de captación y difusión de mensajes vinculados al Daesh u otros grupos terroristas.
El pasado mes de octubre, 11 personas fueron detenidas en Melilla, Granada y Marruecos por integrar una red de captación que buscaba jóvenes para enviarlos a Siria o a Irak para cometer un atentado.
El grupo comenzó difundiendo propaganda yihadista por internet y terminó organizando fiestas para jóvenes, en las que llegaban a reunir a medio centenar de chavales para lanzarles sus consignas y terminaban los encuentros entonando cánticos típicos de los suicidas yihadistas, denominados nasheeds.
(Con información de Ok Diario)