Sandías y melones
Sin embargo, sí lo son las sandías y los melones, que forman parte de las tradicionales comidas del estío, y que parece que sin estas frutas el verano es menos verano.
Pues este año ha ocurrido, y durante el mes de julio se ha producido cierto desabastecimiento en el mercado. Una incomodidad y un problema.
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Esto, que puede ser la anécdota del verano, también es una llamada de atención a los canales agroalimentarios y a la fuente principal, que es el mundo rural. La cuestión es que nos hemos acomodado a consumir cualquier cosa a buenos precios y en cualquier tiempo del año, y que este ciclo se ha terminado. Especialmente si no se protege la producción local, porque la agenda 2030 y las élites globalistas están provocando este factor de inestabilidad.
Pero no es el único: la escasez de fertilizantes, la falta de grano y de cereal para personas y animales, está creando un ciclo complejo y atormentado. La ineptitud política, el desinterés patente por el mundo rural y agroalimentario, la incompetencia o el interés en crear inestabilidad y romper las cadenas de producción están consiguiendo el resto. La globalización se está resquebrajando y carecemos de red de seguridad, a pesar de que España sería capaz de producir una abundante cantidad de alimentos, aunque probablemente haya que renunciar a los más exóticos, o pagarlos a precios desorbitados.
Hay serias amenazas sobre los campos españoles que afectan a las despensas de todos nosotros. La cuestión de los melones y las sandías es más que una anécdota veraniega, es el futuro que les espera a multitud de productos si no exigimos mejores condiciones para los agricultores y mayores posibilidades para el sector. Que en definitiva son mejores condiciones para todos, porque cada una de esas piezas, harinas, carnes o pescados que están en el mercado llega a la despensa y a la mesa de uno de nosotros. El campo, la distribución, la globalización (con todo lo que implica de geoestrategia) y la producción local son factores que ya están en juego. No se acomoden, que vienen curvas.
(Con información de El Debate)