Alarmados | Paco Álvarez

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Alarmados deberíamos estar… y no por el Estado de Excepción eterno que plantea el gobierno (Ah, qué cómodo gobernar así) si no por todo lo que rodea a lo que sin duda es un fin de ciclo. No sabemos a dónde nos llevará, pero evidentemente, en política, las cosas están cambiando. Un fantasma recorre España…

¿Para qué ha servido esta prórroga? Ellos dijeron que era fundamental para salvar vidas y para evitar el caos económico, pero en realidad ha servido por ejemplo, para desarrollar una acción multimedia de acoso y derribo contra Ayuso y el gobierno de Madrid: Empezaron con un tweet criminal acusando a la Comunidad de Madrid de mala gestión y propaganda. Luego que si #DefendemosMadrid, que si los almuerzos de los niños, que si el apartamento donde la presidenta reside (y que digan lo que digan, se lo paga ella), que si las mascarillas… Es la clásica campaña del ventilador, se lleva haciendo décadas en comunicación. Es tan simple como aplicar esta máxima: si no puedes hablar de lo bien que lo estás haciendo, grita (da igual que sea verdad o no) que el otro lo está haciendo peor. Vivimos en una triste época en la que las noticias son sólo anécdotas.

No puede ser noticia de portada, declaración de Vicepresidente en sesión del Congreso y comentario principal de las tertulias si el apartamento de Ayuso es grande o pequeño, barato o caro, mientras todavía mueren casi 200 españoles al día. Hemos perdido la perspectiva y ha sido a propósito. Nos quieren mirando para otro sitio. No para su gestión.

Mientras tanto Rafael Simancas, (del PSOE de Madrid) miembro del comité para la reconstrucción y mientras su jefe Sánchez pide “unidad” afirma en la tele que los datos de mortalidad de España son malos, porque en España está Madrid y los datos de Madrid, son malos.

No creo que se pueda caer más bajo. No creo que se pueda utilizar de peor manera a los muertos, que lo que se ha hecho con este intento zafio y ruin de intentar arrojárselos a la cara al oponente. Máxime cuando desde que hay Estado de Alarma, hay un mando único. El del Gobierno. Para eso es el Estado de Alarma. Éste señor está tirando piedras a su propio tejado y retratándose tal cual es.

Otro día, otro ataque nuevo contra la oposición. Es el mundo al revés. Hoy que si las mascarillas que ha regalado la Comunidad de Madrid son demasiado buenas. Mañana que si los que protestan son “cayetanos”, que debe de ser que sólo los de los barrios que diga el gobierno tienen derecho a protestar…

Por eso quieren otra prórroga más, y ésta, directamente de un mes. La quieren para aburrir a las ovejas del rebaño, para que nos cansemos de balar y cuando nos dejen por fin salir a pastar, esquiladas mientras estábamos en el corral, ya no tengamos ganas de gritar sino por fin, simplemente de irnos de vacaciones. Hartos de todo, contentos por poder comer algo de hierba fresca, gracias al pastor que nos tenía encerrados, pero era por nuestro bien.

Si el estado de Alarma dura hasta el fin de junio, y el primero de julio se cierra el Congreso (claro, se merecen unas vacaciones) y los que todavía puedan se van de vacaciones, cuando llegue septiembre, los ánimos no estarán tan caldeados. Cualquier comunicador lo sabe. El que aguanta más tiempo de pie, gana.

Mientras tanto, el gobierno pide seguidismo (ellos lo llaman unidad) y Estado de Alarma para “seguir salvando vidas” (madre mía, con el índice de mortalidad que tenemos) y “salvar empresas” así, en genérico, sin explicar qué medidas propondrán, porque no proponen ninguna. Es un mantra. Es, simplemente, mentira. El gobierno ataca a la oposición, aplana la crítica, impide y ridiculiza las manifestaciones. Lo que sea necesario para seguir en Moncloa un minuto más. Dadles lo que pidan a los nacionalistas, con tal de que me voten. Eso, dicen ellos, se llama diálogo, cuando los demás lo llamamos traición.

El Vicepresidente ya ha insultado, mientras mueren españoles: al Rey, a los jueces, a un partido de la oposición, a la presidenta de una Comunidad autónoma, a la inteligencia de todos, firmando su partido una propuesta para sacar de la cárcel a presos de ETA y del golpe de Estado del 1 de octubre del 2017 “para que no vayan a coger el COVID en la cárcel”. Pues que los aíslen. Y mientras tanto, su marioneta presidencial, pide unidad para poder seguir mangoneando. Y mientras, en el País Vasco la movilidad interprovincial está permitida… ah, claro, es que el PNV votó a favor de la prórroga…

No es que estemos en Estado de Alarma, es que deberíamos estar alarmados. No gestionan nada. No son capacees de organizar ni una pelea en un after. Sólo hacen propaganda, que es lo que saben hacer y esa propaganda sólo tiene una finalidad, crear extremistas. Hacer que los que opinemos de una manera determinada, que no es la suya, seamos señalados. Que los comunistas nos llamen extremistas. Que nosotros les devolvamos el insulto y nos peleemos discutiendo sobre el apartamento de Ayuso mientras ellos hacen y deshacen, mientras muere gente y la sangría no para, mientras nuestros derechos se diluyen. Es para estar alarmados.

Paco Álvarez | Escritor

Deja un comentario