15. Como resumen del llamado siglo de Oro, España descubrió América y el mundo, estableciendo una relación entre culturas y civilizaciones por primeravez en la historia humana; y configuró a Europa frente al expansionismo otomano exterior y protestante interior, al paso que desarrolló una cultura brillante y original. A continuación se produjo una decadencia en dos etapas.
16. La primera decadencia puede describirse así: al comenzar el siglo XVIII, España pasar de ser potencia protagonista en Europa a convertirse en objeto de las maniobras de otras potencia, hasta que Francia le impuso su propia dinastía.
17. Aun con tan pésimos inicios, a lo largo del XVIII España se rehízo como gran potencia política y militar, aunque ya no hegemónica. En cambio perdió su poderosa originalidad cultural, con una Ilustración inferior a las francesa, inglesa o alemana. Esta apreciación se diferencia de las más comunes que sitúan a Carlos III como un apogeo en la historia hispana.
18. La segunda y más profunda etapa de decadencia comienza con la invasión napoleónica y la aparente alianza de Inglaterra, que aprovechó para destruir el Imperio español. En los tres siglos anteriores, España había sido probablemente el país internamente más pacífico y estable de Europa, y a partir de ahí comenzó una cadena de enfrentamientos y guerras civiles, pronunciamientos, etc., que con el paréntesis del franquismo perdura hasta hoy.
19. El siglo XX presenció una relativa recuperación cultural, en menor medida política y económica, pero que fracasó por las convulsiones republicanas y la guerra civil, recobró impulso en el franquismo y se mantuvo mal que bien en la democracia con una progresiva pérdida de independencia y corrupción, hasta la destrucción del régimen del 78, que ha alumbrado un nuevo período incierto.
20. Este conjunto de apreciaciones supone en Nueva historia de España un enfoque distinto, a veces profundamente distinto, de todas o casi todas las obras de conjunto sobre la historia de España.
Pío Moa | Historiador y escritor




