Estados Unidos está sopesando la rápida reapertura de minas abandonadas para reconstruir cadenas de suministro seguras.
Las minas cerradas en todo el mundo son símbolos oxidados de cómo China se apoderó de la cadena de suministro mundial de minerales críticos. Ahora bien, algunas de estas minas —cerradas no por agotamiento, sino por el exceso de oferta y la práctica de dumping de Pekín— podrían reabrirse a medida que la administración Trump moviliza a las naciones para derrocar el dominio de China en la cadena de suministro.
Importancia de las minas cerradas
Poner en marcha una nueva mina puede tardar hasta 15 años. Por lo tanto, las minas inactivas podrían proporcionar una solución provisional oportuna, según expertos de la industria. Sin embargo, extraer los minerales es solo la mitad del desafío. Cuando Estados Unidos y el resto del mundo occidental abandonaron sus minas, también abandonaron la carrera por el crucial proceso de extracción.
Avadh Nagaralawala, consultor de automatización minera, afirmó que reabrir las minas es “un atajo tentador”. “Los yacimientos de mineral están probados, queda algo de infraestructura y los plazos pueden ser más cortos que si se empezara desde cero”. Estos proyectos también “tienen un poderoso simbolismo”.
Nagaralawala señaló así mismo que muchos yacimientos cerraron debido al deterioro de la calidad del terreno, los altos costes operativos y la resistencia local a la contaminación. “La cruda realidad es que Occidente quiere más minerales, pero menos minas en su propio patio trasero”.
Las tierras raras
Los elementos de tierras raras, un grupo de 17 metales cruciales para todo, desde los imanes permanentes en las turbinas eólicas hasta los motores de los vehículos eléctricos, son difíciles de extraer e incluso más difíciles de procesar.
Gran parte de la tecnología y los conocimientos esenciales para el refinado se encuentran ahora en manos de China, junto con las importantísimas cadenas de suministro.
Las mismas presiones se aplican a otros minerales críticos, como el litio, el cobalto, el níquel, el grafito y el cobre, que son la base de la producción de baterías y de gran parte del sistema eléctrico moderno.
Acuerdos comerciales.
En los últimos meses, la guerra comercial entre Estados Unidos y China ha agudizado el tema del control de Pekín sobre minerales críticos. En octubre, la administración Trump anunció acuerdos por valor de más de 10.000 millones de dólares en materia de minerales críticos con Australia, Camboya, Japón, Malasia y Tailandia para fortalecer las cadenas de suministro aliadas.
El presidente Donald Trump también afirmó recientemente que Estados Unidos pondría fin a su dependencia de China en materia de minerales de tierras raras en un plazo de 18 meses en el marco de un “programa de emergencia”.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo que China había “cometido un verdadero error” al amenazar con restringir las exportaciones, lo que impulsó a Estados Unidos y sus aliados a acelerar la búsqueda de nuevas fuentes de suministro.
El 6 de noviembre, la administración añadió 10 minerales, entre ellos cobre y carbón metalúrgico, a su lista de materiales vitales para la seguridad nacional.
Necesidades urgentes
El desafío es enorme. El mundo necesita alrededor de 300 nuevas minas en los próximos 25 años solo para satisfacer la demanda actual, según Troy Hey, director general ejecutivo de la minera global MMG, propiedad mayoritaria de China Minmetals.«Ya saben lo difícil que es poner en marcha una mina, ¡imagínense 300!», declaró Hey en una conferencia empresarial el 28 de octubre, según News.com.au de Australia. Añadió que la infraestructura, la inversión y las habilidades necesarias serían «de una magnitud muy superior» a lo que el sector ha visto en las últimas dos décadas.
Proyectos inactivos o suspendidos
En Estados Unidos, Australia, Canadá y Europa, decenas de proyectos mineros que llevaban mucho tiempo inactivos o suspendidos están ahora programados para reabrirse o se encuentran bajo revisión activa, según un análisis de The Epoch Times.
Estos proyectos incluyen emplazamientos donde las empresas están realizando estudios de viabilidad, obteniendo permisos o gestionando financiación para reiniciar la producción.
Estados Unidos
En Estados Unidos, por ejemplo, la mina Stibnite de Idaho, que fue una fuente clave de antimonio durante la Segunda Guerra Mundial, está siendo remodelada con el apoyo del gobierno.
Estados Unidos también mantiene una importante presencia con la mina Mountain Pass en California, el único sitio de extracción y procesamiento de tierras raras totalmente integrado en América del Norte, que para 2022 suministró alrededor del 15 por ciento de la producción mundial.
Las operaciones en la mina de cobalto Idaho de Jervois Global, la única mina de cobalto primaria en los Estados Unidos, han sido suspendidas debido a que las cadenas de suministro controladas por China en la República Democrática del Congo están haciendo que los precios caigan por debajo del nivel de viabilidad.
Australia
En Australia, la histórica mina de oro Mount Morgan, cerrada desde 1981, está siendo rehabilitada y se prevé su reapertura. Según The Courier Mail, se anunció una nueva inversión para 2025 con el fin de reactivar la producción en uno de los yacimientos de oro más antiguos del país.
En el Territorio del Norte, se encuentra en construcción el proyecto de tierras raras de Nolans, que combina una mina , una planta de procesamiento y una instalación de separación.
El año pasado, BHP Group suspendió sus operaciones de níquel en Australia Occidental, alegando un desplome de los precios provocado por un exceso de oferta procedente de Indonesia, dominado por China.
Suecia, Reino Unido y España
En Suecia, la mina de grafito de Woxna permanece inactiva, pero requeriría una inversión considerable para reactivarla. El grafito es el principal componente de las baterías de vehículos eléctricos, y actualmente China refina casi la totalidad del suministro mundial de grafito apto para baterías.
En el Reino Unido, la mina de tungsteno y estaño de Hemerdon (Drakelands) en Devon, que posee la cuarta mayor reserva de tungsteno del mundo, fue suspendida en 2018, pero según Business Live, ya están en marcha los planes para su reanudación .
Y en Irlanda y el sur de Europa, se están revisando o reactivando varios yacimientos, entre ellos la mina de zinc y plomo de Navan (Tara) y la mina de tungsteno de Barruecopardo, en España. Sí, en España.
Comprender la reapertura
La reapertura de minas antiguas tiene sus límites, afirma el veterano geólogo Darren Bahrey, fundador, presidente y director ejecutivo de StrategX Elements Corp, con más de 30 años de experiencia en el desarrollo minero dijo “La reapertura de minas antiguas tiene sentido cuando existe un claro potencial económico o valor de limpieza, pero la verdadera contribución vendrá de la nueva exploración en regiones que puedan acelerar el desarrollo en la cadena de suministro”.
Además señaló que Canadá es un “ejemplo sobresaliente”, tras la reciente inversión de 2.000 millones de dólares del gobierno federal. “El desarrollo de nuevas minas y la capacidad de procesamiento serán esenciales, y los gobiernos deben convertir la concesión de permisos en una prioridad en lugar de un obstáculo”, “La verdadera escasez reside en nuestra cesta de minerales críticos (níquel, vanadio, cobre, cobalto y grafito).”. “Sin duda hay una demanda en aumento” y que la región a la que hay que prestar atención es América.
También existen argumentos ambientales a favor de la reapertura de las minas, que, una vez abandonadas, pueden descargar cantidades cada vez mayores de contaminantes en ríos y acuíferos con el paso del tiempo. “El agua puede acumularse y volverse ácida, los relaves pueden oxidarse y la infraestructura, como los revestimientos o los sistemas de contención, puede fallar con el tiempo sin mantenimiento”, dijo Bahrey.
“Las operaciones limitadas y bien gestionadas a menudo reintroducen el tratamiento activo del agua, el monitoreo y la contención, lo que puede hacer que la huella ambiental general sea más limpia y sostenible a largo plazo que dejar que el sitio se deteriore sin gestión.”
La minería por sí sola no detendrá a China
Steve Christensen, cofundador y director ejecutivo de la Responsible Battery Coalition, declaró que la industria minera agradece el esfuerzo hasta el momento. Sin embargo, afirmó que extraer más material no resuelve los problemas de manipulación del mercado por parte de China. “Inundarán el mercado con sus materiales baratos, bajarán tanto el precio que incluso perderán dinero”. “Cuando a tu competidor no le importan los beneficios, es muy difícil competir.”
Bob Bilbruck, fundador y director ejecutivo de la firma de consultoría estratégica Captjur y experto en el sector minero, declaró a The Epoch Times que la administración Biden, a través de la Agencia de Protección Ambiental, “hizo casi imposible expandir la actividad minera en estas minas existentes o inactivas”. Dijo que la administración Trump debería “federalizar estas minas y abrir y ampliar la producción y el procesamiento”.
El valor de los residuos
Gran parte del metal que podría aliviar la escasez está atrapado en minerales de baja ley, relaves y rocas estériles, fuera del alcance de las técnicas de extracción actuales.
El científico e inventor Eric Herrera es el director ejecutivo de Maverick X, una empresa que está desarrollando métodos para recuperar más metal de los minerales y desechos existentes. Según explicó a The Epoch Times, la invención de la tecnología de extracción fue impulsada por el desplome de los precios del litio. “Ahora también estamos empezando con el uranio, el radio y los elementos de tierras raras.”
Según explicó, dentro de las rocas minerales se encuentran mezclados todo tipo de metales en diversos estados. Su método consiste en “quitarlo todo”. “Vamos a exprimir esa roca al máximo; eso es básicamente lo que estamos haciendo”.
Dijo que recuperar tierras raras de aparatos electrónicos desechados y otros residuos industriales es una de las soluciones más fáciles de aprovechar.
También mencionó el galio, utilizado en semiconductores como circuitos integrados y LED, como prueba de concepto. No existen minas de galio; es un subproducto del procesamiento de otros minerales, un proceso que China perfeccionó y del que ahora controla el 80 % a nivel mundial.
“Emular ese proceso va a ser absolutamente esencial”, dijo Herrera. “El problema es que esa tecnología —la tecnología del galio, la de las tierras raras y la de separación— se desarrolló íntegramente en Estados Unidos. Y fue abandonada.”
Owen Evans|. Tom Ozimek contribuyó a este informe.| Epoch times




