La Tercera Guerra Mundial ya está en marcha, pero la mayoría de la gente no lo reconoce porque están condicionados a esperar que la guerra se parezca a la violencia física tradicional con bombas, armas y enfrentamientos en el campo de batalla.
Este sesgo proviene de siglos de guerra que han tomado una forma particular, similar a cómo la gente no podía concebir la luz sin fuego hasta que se inventó la electricidad.
Redefiniendo la guerra
En su esencia, la guerra es un conflicto donde las partes usan herramientas para aumentar su poder y lograr resultados que se oponen a los intereses de los demás.
Piensa estratégicamente sobre la guerra moderna: ¿cuáles serían las armas y tácticas más efectivas hoy en día? La respuesta es que la violencia física, aunque todavía está disponible como herramienta, ya no es el enfoque más inteligente ni el más efectivo.
Arsenal de la guerra moderna
La guerra actual emplea armas sofisticadas, a menudo invisibles, que incluyen: Aquí hay una lista para considerar. Piensa en las experiencias que has tenido y considera dónde se han utilizado en tu contra.
- Guerra de información: Ciberataques, campañas de desinformación, inundar a la gente con información contradictoria para crear confusión y disonancia cognitiva.
- Armas económicas: Sanciones, manipulación de criptomonedas, hacer que las poblaciones dependan de recursos controlados.
- Subversión política: Interferencia electoral, socavar la legitimidad del gobierno, sobornar a funcionarios e influenciadores.
- Operaciones psicológicas: Crear crisis y luego posicionarse como el salvador, explotar las plataformas de redes sociales que controlan el discurso público.
- Guerra biológica y de recursos: Hambruna, privación disfrazada de eventos naturales.
- Manipulación social: Alimentar las divisiones ideológicas, inflamar el nacionalismo, atacar la masculinidad para prevenir la resistencia.
¿Por qué la guerra silenciosa?
La guerra moderna opera de forma encubierta porque la reputación de la guerra está «arruinada». La gente ya no la ve como noble o necesaria. El apoyo público se ha evaporado, en gran parte porque ahora se ve a los políticos como sinvergüenzas mentirosos
Esto hace que sea estratégicamente mejor manipular a la población, negar que la guerra esté ocurriendo y pintar un cuadro de que “todo está bien”. Además, los líderes ya no necesitan masas de hombres para el combate físico, por lo que no hay beneficio en declarar la guerra abiertamente.
Síntomas actuales de la guerra
Las personas están experimentando síntomas clásicos de tiempos de guerra sin comprender la causa:
- Pérdida de esperanza e incapacidad para planificar el futuro
- Terror generalizado, entumecimiento y sensación de irrealidad
- Aumento del nacionalismo y del pensamiento de “nosotros contra ellos”
- Miedo al gobierno y a las figuras de autoridad
- Estrés financiero por la inflación
- Jóvenes que evitan formar familias
- Interrupciones en la cadena de suministro y comportamiento de acaparamiento
- Sensación de que el peligro está en todas partes
- Limitación del consumo de noticias debido a la abrumadora negatividad
- Protestas crecientes y policía militarizada
- Personas que huyen de sus países o lo consideran
- Miedo a hablar o perder derechos
- Cambios legales rápidos y “temporales” justificados por la seguridad pública
- Exposición diaria a propaganda y contenido radical
- Uso de necesidades básicas (alimentos, energía, dinero) como armas
- Miedo a que la identidad personal pueda convertir a uno en un “enemigo del estado”
Conflicto global interconectado
Lo que parecen ser conflictos regionales aislados son en realidad guerras subsidiarias interconectadas dentro de una lucha global mayor. Esto rompe las fronteras entre el conflicto local y el global, un sello distintivo de las guerras mundiales. Las naciones y las alianzas se ven arrastradas a luchas más amplias por el dominio y la supervivencia.
Las personas deben navegar por relaciones geopolíticas en constante cambio, sin saber nunca qué países o líderes son aliados o enemigos. Esto crea agotamiento, agobio y una sensación de que nada es seguro ni confiable.
Las experiencias individuales varían
Las experiencias en tiempos de guerra difieren drásticamente según la ubicación, la identidad y las circunstancias.
Este ha sido el caso en guerras mundiales anteriores. Es lo que estamos experimentando ahora .
La comprobación de la realidad
La idea clave es que las personas están experimentando síntomas y estrés genuinos de tiempos de guerra, pero debido a que no se ha declarado una guerra formal y no parece una guerra tradicional, no entienden por qué se sienten así.
Esto lleva a la autoinculpación y a pensar que algo anda mal con ellos personalmente.
Reconocer esta “guerra silenciosa” es crucial para comprender la confusión global actual y la angustia personal. La guerra moderna es más sofisticada y potencialmente más abusiva que la violencia física tradicional. La confusión y la parálisis decisional que siente la gente es una respuesta normal a una situación anormal: una guerra mundial que se libra con armas psicológicas, económicas y de información en lugar de con la fuerza militar convencional.
Date cuenta de que tus sentimientos y experiencias tienen perfecto sentido dentro de este contexto y, creo, es importante eliminar la culpa que surge de no comprender por qué el mundo se siente tan caótico y amenazante
La violencia física aún puede ocurrir, pero solo como una herramienta entre muchas en esta nueva forma de guerra que prioriza la manipulación psicológica y el control sistémico sobre las tácticas tradicionales del campo de batalla.
1 comentario en «La Guerra Mundial oculta»
… se olvidan del genocidio provocado por las falsas «vacunas», la geoingeniería (chemtrails, falso «cambio climático» provocado) y Danas provocadas, manipulación de la alimentación, del agua,…