En un país como España, donde el catolicismo ha forjado nuestra identidad nacional durante siglos, organizaciones casposas como Europa Laica pretenden erigirse en guardianes de la neutralidad estatal ante las religiones.
Esta entidad, que opera desde su web laicismo.org, ha dedicado más de 5.300 entradas a criticar la presencia de autoridades públicas en actos religiosos como misas o procesiones, tachándolos de violaciones al laicismo. Sin embargo, cuando el ministro socialista filomasón Ángel Víctor Torres inaugura un templo masónico en Santa Cruz de Tenerife, financiado con más de 3 millones de euros de dinero público, no muestran ni más más mínima crítica.
El ministro Torres, que por cierto está en el filo de la navaja por el caso Koldo, asistió con bombo y platillo a la reapertura del Templo Masónico de Tenerife, un edificio histórico rehabilitado gracias a una inyección de 3 millones de euros procedentes de las arcas del Estado. Durante el acto, Ángel Víctor Torres no escatimó elogios a la masonería, destacando sus “principios” y su “aportación a la historia intelectual”. ¿Y qué han dicho desde Europa Laica al respecto? Absolutamente nada. Ni una sola mención en su portal, pese a que el evento implica el uso de fondos públicos para promover una organización que, aunque se presenta como filosófica, tiene raíces en sociedades secretas con influencias ideológicas y pseudo religiosas.
Pero no es casualidad. Un vistazo a laicismo.org revela un patrón más que sospechoso. La web cuenta con decenas de entradas sobre la masonería, y todas –sí, todas– adoptan un tono positivo o, en el peor de los casos, neutral. Artículos como “La masonería no fue ni antiespañola ni antirreligiosa” o “La Masonería del siglo XX: la realidad tras la leyenda negra” defienden a capa y espada esta hermandad, desmontando mitos y exaltando sus contribuciones contra el “fanatismo”. Incluso hay textos históricos que destacan el anticlericalismo masónico como algo positivo, como en “Un llamamiento de la Masonería contra los jesuitas en 1894”. ¿Dónde está la crítica imparcial? Parece que para Europa Laica, la masonería es intocable, un faro de progreso, mientras que una simple procesión con presencia de un alcalde es un atentado contra la democracia.
En su sección “Autoridades públicas en actos religiosos”, Europa Laica ha recopilado miles de casos donde denuncia con indignación la participación de políticos en eventos católicos, desde misas en honor a la Virgen del Pilar hasta ofrendas florales. Argumentan que tales asistencias violan la separación Iglesia-Estado. Pero ¿por qué no aplican el mismo estándar al templo masónico? Ese edificio no es solo un monumento histórico; es un símbolo de una logia que recibe subvenciones millonarias mientras templos católicos centenarios luchan por restauraciones básicas. El Gobierno de Sánchez ha priorizado este proyecto, invirtiendo dinero de todos los españoles en algo que, para muchos, huele a agenda ideológica sectaria.
Algo ha quedado patente, lo de la organización Europa Laica no es laicismo; es anticatolicismo disfrazado. Y si estos progres caducados llevan años levantando la bandera de una separación Iglesia-Estado, creo que en breve, los españoles de bien tendremos que exigir la separación Masonería-Estado.





1 comentario en «Pseudolaicismo filomasón»
A todos los que estamos mínimamente bien informados no se nos escapa lo que hay detrás de los ataques reiterados, furibundos y despiadados contra todo lo relacionado con la Religión Cristiana. El NOM y el principal instrumento para su implantación, la infame Agenda 2030, es el ariete de un puñado de psicópatas amorales genocidas masónico-satánicos, cuyos objetivos conocemos los que frecuentamos este foro. El problema es que si no nos unimos en la lucha activa en número suficiente contra enemigo tan formidable, la batalla, al menos en el plano terrenal, está perdida, aunque tengo confianza en la victoria final en la guerra entre el Bien y el Mal que se librará a otro nivel.