Felipe VI, el Rey mudo y sumiso: ¿Tan difícil o peligroso era rezar un Padrenuestro?

Felipe VI funeral laico y masónico

Un bochornoso funeral de Estado bajo un formato laico y masónico, diseñado a la medida del corrupto Sánchez.

¿Y el Rey? Mudo y sumiso como siempre. Aguanta lo que haga falta.

Un funeral de Estado sin Dios ni alma

El funeral de Estado celebrado en Valencia por los 237 fallecidos de la gota fría se convirtió en un acto frío, burocrático y vacío de fe. No hubo una cruz, ni un sacerdote, ni una simple oración. Fue un acto laicista y masónico presidido por Felipe VI.

Entre los fallecidos había, sin duda, numerosos católicos, pues más de la mitad de los españoles profesan esa fe. Pero en la España de Pedro Sánchez, cualquier alusión a Dios se considera una ofensa al Estado.

Hubiera bastado un minuto. Un sencillo Padrenuestro, cincuenta y siete palabras que unen al pueblo creyente ante el dolor. Nada de eso ocurrió.

Ni el presidente, abiertamente laicista, ni Felipe VI tuvieron el valor de invocar a Dios. El monarca permaneció mudo, distante y dócil, fiel al guion impuesto por el Gobierno socialista.

Felipe VI funeral laico: el silencio del Rey

El pueblo esperaba al menos una referencia religiosa. Bastaba una frase sencilla: “Que nuestras oraciones acompañen a las víctimas”. Pero el Rey calló.

Ese silencio, repetido una y otra vez en los actos públicos, se ha vuelto su marca personal. Felipe VI no habla, no incomoda, no molesta a nadie. Prefiere conservar su poltrona antes que defender los valores espirituales que sostienen a la Nación.

Ni una palabra que recordara que España tiene alma. Ni una muestra de fe en el dolor de las familias. Solo un discurso plano, neutro y políticamente correcto, diseñado para agradar a su “jefe”, Pedro Sánchez, y a los ingenieros de la “memoria democrática”.

En redes sociales, miles de ciudadanos expresaron su indignación. La pregunta resonó con fuerza: ¿Tan difícil o peligroso era rezar un Padrenuestro, Majestad?

El laicismo de Estado como nueva religión

El funeral de Valencia fue un acto laicista y masónico de manual, un ejemplo del nuevo credo político impuesto desde Moncloa. Un formato que excluye a Dios, a la Iglesia y a todo símbolo cristiano.

Pedro Sánchez y su ministra la comunista Yolanda Díaz han convertido la neutralidad del Estado en una cruzada contra lo sagrado. Todo lo que huela a fe, oración o tradición cristiana se elimina, porque ofende al pensamiento único izquierdista y globalista.

El resultado es una España anestesiada, donde hasta los gestos más humanos —como rezar por los muertos— se consideran inadecuados.

La masonería cultural del siglo XXI impone su ritual vacío: palabras huecas, lágrimas institucionales y silencio espiritual. Pero lo más grave no es el laicismo y promasónico del Gobierno, sino la sumisión de un Rey que debería representar a todos los españoles, también a los creyentes.

El Rey mudo ante su pueblo

Felipe VI ha renunciado al papel que la Constitución le otorga como símbolo de unidad y permanencia del Estado. Un Rey no solo debe encabezar actos; debe encarnar los valores del pueblo al que sirve.

El monarca podría haber unido a España con un gesto de fe. Bastaba un rezo. Pero su silencio confirma que su prioridad no es el pueblo, sino agradar a quienes lo mantienen en el trono.

Al aceptar los dictados del Gobierno socialista, Felipe VI se convierte en cómplice de una política que persigue y ataca la identidad cristiana de España. Un Rey que olvida lo que su pueblo siente, que se avergüenza de su fe, no representa a nadie.

España necesita un Rey con voz y con alma

España no necesita un monarca obediente al poder político. Necesita un Rey valiente, arraigado en la verdad y en la tradición. Uno que sepa mirar al cielo cuando el pueblo llora.

La Corona, históricamente vinculada a la fe católica, no puede convertirse en instrumento del laicismo radical.
Rezar por los muertos no divide: une. Pero el actual Rey prefiere el silencio cómodo de los indiferentes.

Ese silencio no es neutral. Es una forma de rendición moral. Cada vez que el monarca calla ante la injusticia o la blasfemia pública, abdica espiritualmente de su papel. El silencio ante Dios es también un silencio ante la Patria.

La descristianización oficial del Estado

El funeral de Valencia no fue un hecho aislado. Forma parte de una estrategia más amplia del socialismo español: borrar todo rastro de cristianismo de la vida pública. Se eliminan cruces, se ridiculiza la fe, se impone la ideología de género y se blanquea la masonería.

Mientras tanto, la Casa Real guarda silencio. Ni una palabra ante el ataque a la libertad religiosa.
Ni una defensa de los valores que sostienen la nación.

Felipe VI se convierte en símbolo de una España que reniega de sí misma. Una España sin oración, sin raíz y sin voz.

El funeral de Valencia deja una lección amarga: el poder ha sustituido la fe por la corrección política.
Y el Rey, llamado a ser garante de la unidad, se comporta como un funcionario más.

Callar ante Dios no es prudencia, es cobardía. Rezar por los muertos no es privilegio, es deber moral.

En su silencio, Felipe VI pierde el respeto de quienes todavía creen en la España que reza, trabaja y ama su historia. Un Rey sin Dios no une, divide. Y un pueblo sin fe no sobrevive. Y si el Rey calla, que hable el pueblo.

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3 comentarios en «Felipe VI, el Rey mudo y sumiso: ¿Tan difícil o peligroso era rezar un Padrenuestro?»

  1. Los familiares de los muertos de las inundaciones no tenian que haber ido,por lo menos los católicos.Este tipo de gestos son los que progresivamente están hundiendo a España en el socialcomunismo y en la sumisión a los delincuentes y casta política que nos gobierna.Se ha perdido el honor y la fidelidad a nuestras creencias por miedo, o por comodidad,o porque da igual.El abuelo del Rey por cosas como esta se fue al exilio,y el padre por no respetar al pueblo ni los valores cristianos ha seguido el mismo camino. En su libro contradictoriamente dice que alcanzó la libertad para los españoles que él no tuvo. El actual monarca tristemente despues del discurso de 2017 esta siguiendo el mismo camino.Mientras tanto mas impuestos para pagar a la Corona y a todos estos maleantes que cada vez son mas, lo que nos está conduciendo a la destrucción de la Nación.

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  2. …fue un «ritual» masónico, atendido por un gobierno masónico y entidades «reales» masónicas, en relación al sacrificio de la Dana realizado un 29 de octubre -día de los ahogados- provocado por la apertura de 4 embalses sin avisar: La Forata, el de Buseo, el de Loriguilla y el de Cofrentes.

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