40 años de ejército cipayo | Pío Moa

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Hace 40 años llegaba al poder el partido de “Los cien años de honradez”, es decir, el más corrupto y demagógico que ha tenido que sufrir España en un siglo y medio. Enseguida abrió la verja de Gibraltar para convertir la colonia en un emporio de negocios opacos, declaró la guerra a Montesquieu (un verdadero golpe de estado en el que colaboró enseguida el PP),  empezó a sembrar la corrupción en todo lo que tocaba, y engordó la falsificación de la historia (empezando por la del propio PSOE) contra el franquismo. Una de sus peores fechorías fue la de meter al país en la OTAN, un organismo que no protege a España de nada, entre otras cosas porque  España no necesita para nada esa protección, y en cambio sí protege a  una tiranía vecina con aspiraciones a imitar a Inglaterra con Ceuta y Melilla, también con las Canarias.

La OTAN ha llevado  a cabo una serie de agresiones militares y numerosos crímenes de guerra, que han destruido países enteros provocando guerras civiles, con cientos de miles de muertos y millones de desplazados,  y en los que han hecho intervenir a España  los repugnantes gobiernos desde entonces. Y ahora la potencia que invade nuestro territorio ha ordenado a sus lacayos españoles involucrarse en la guerra de Ucrania, que hubiera podido evitarse fácilmente con la neutralidad del país, y cuando España no tiene ningún conflicto con Rusia y sí con los países jefes de la OTAN, por cuenta de los cuales ha participado  en acciones criminales, la más notoria la de Libia. Y otra intervención, la de  Irak, repercutió en la victoria de Zapatero, que inauguró un período de involución que ha degradado profundamente la democracia en España.

El influjo  corruptor de la OTAN  (y del PP) se manifiesta en un ejército español cipayo, inmerso en operaciones de interés ajeno, bajo mando ajeno y en idioma ajeno, quizá el sector del estado más servil y colonizado. Estas son evidencias para quien simplemente quiera abrir los ojos. Pero  hoy por hoy no hay un solo partido que se plantee seriamente la salida de la OTAN y la vuelta a la mejor tradición española en política exterior: la neutralidad en conflictos que en el mejor de los casos no nos interesan, y en el peor nos arrastran a guerras y crímenes de guerra, como ya ha ocurrido. La decadencia moral e intelectual del país se refleja en esta carencia de política exterior propia. Alguien tiene que llamar la atención sobre ella.

Incidentalmente: cuando VOX dice que quiere ampliar la “protección” de la OTAN a Ceuta y Melilla demuestra carecer de sentido de la historia y de las realidades políticas actuales.  Un fallo que debe corregir si quiere ser una alternativa real a la política basura en que llevamos enfangados tantos años.

Pío Moa | Escritor

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