Sé que muchos ya lo han hecho por correo, tenían sus vacaciones y con todo el derecho las van a disfrutar. También creo que la mayoría lo ha hecho como he titulado este artículo. Diversas fuentes han puesto en duda la fiabilidad… craso error; siempre Correos y bajo cualquier mandato ha cumplido con su deber y lo sigue haciendo en pueblos, incluso remotos, y ciudades. Está y sigue considerado entre los mejores del mundo. Que no nos despisten, el voto es el arma demócrata que la ciudadanía tiene; que no se confíen los políticos, sus promesas las analiza el pueblo soberano que no comulga con “ruedas de molino”. Del mismo modo que tendrá en cuenta lo básico de sus programas. Sí que va entender que en determinadas circunstancias puede ceder por el bien de la gobernabilidad, siempre que sea para mejorar a España y a la ciudadanía.
Estoy convencido de que existe una cantidad importante del pueblo que sigue las siglas de los partidos. No les pido que cambien, lo sienten en su corazón desde hace mucho o poco tiempo. Aun así, les pediría que analicen bien las propuestas y si van a mejorar no sólo su situación, si no también las de las personas que están a su alrededor.
Sepamos que la crisis, unida al parón en prácticamente todos las actividades, aun teniendo en cuenta el teletrabajo, supuso un mayor endeudamiento: al cierre de 2022, una cantidad equivalente al 111,98% del PIB. Teniendo esto en cuenta, las promesas las tenemos que evaluar, aunque sea groso modo, y ver si son realizables o no, cuáles son sociales y a quiénes benefician; no olvidemos que estamos saliendo de esa crisis y Cáritas atiende a muchas personas. Por otro lado, tomemos nota de cómo actúa el partido que hemos votado y lo que se corresponde con la realidad que nos dijeron. No son consejos, la ciudadanía es mayor de edad y sabe muy bien lo que votar, son unas elucubraciones ante los mensajes que en todos los sentidos nos están enviando los partidos.