El principal problema con que se encontrará Sánchez es el propio estado de las tumbas. Un informe forense encargado en 2011 por el entonces Gobierno de Rodríguez Zapatero ya admitió que los restos óseos están esparcidos y mezclados, lo que hace que la inmensa mayoría de las identificaciones sean extremadamente complejas, y lo que hace «casi imposible» extraer algunos cuerpos.
Los exámenes realizados determinaron que los osarios -que contienen más de 33.000 cadáveres– se encuentran muy deteriorados por derrumbamientos, filtraciones de agua y humedad, además de que los huesos se encuentran entremezclados unos con otros, en mal estado y, en muchos casos, sin posibilidad de separarlos.
Derecho de los familiares a recuperar o no los restos
Al mismo tiempo, se avisa de que «el derecho reconocido no es ilimitado, ya que la situación en la que parece encontrarse el cementerio del Valle de los Caídos, determina que las medidas que deben ser adoptadas sean proporcionales», de forma que «se permita realizar todas las acciones necesarias para la entrega de restos, adecuadas a la referida proporcionalidad».
Respeto a la Memoria de los difuntos
El auto señala que «en todo momento debe garantizarse la integridad de los restos cadavéricos» y también se advierte «el respeto a la memoria de los difuntos del propio cementerio» y «el respeto a la consideración debida a la Basílica donde se encuentran depositados».
A este punto, el referido a la «memoria de los difuntos» -es decir, de todos los enterrados en el Valle de los Caídos, se aferran precisamente las familias que se oponen a la exhumación de sus allegados.
Señalan que, dado el estado de los osarios, será muy complicado conocer con exactitud, antes de la exhumación, si en el osario reposan los restos que se buscan y avisan de que en el proceso podrían extraerse restos mezclados que correspondan a otros enterrados.
La Ley de Memoria Histórica
Estamos pues, en un enrevesado panorama, con acciones judiciales de por medio. La Ley de «Memoria Democrática», aprobada gracias a los proetarras de Bildu, determina que «se atenderán las reclamaciones y peticiones de los familiares que tengan por objeto instar la exhumación y entrega de los restos de las víctimas inhumadas en el Valle de Cuelgamuros» y se precisa que «para el caso de imposibilidad técnica de la exhumación, se acordarán medidas de reparación de carácter simbólico y moral», ya en previsión de que muchos restos no puedan ser entregados.
Según datos del Ministerio de la Presidencia, sólo se cuenta con 104 expedientes de exhumación, lo que apenas representa a un 0,31% de las víctimas allí enterradas.
(Con información de OK Diario)