El presidente del Estado Mayor Conjunto, Mark Milley, aseguró que el aumento de la capacidad militar de China refleja “uno de los mayores cambios en el poder global y geoestratégico que el mundo ha presenciado” – y un riesgo significativo para EE UU.
Sea cual sea el resultado final, está claro que tanto Putin como Xi están enviando un mensaje inequívoco a Occidente. Un mensaje que reconoce lo mucho que está cambiando el orden mundial, y que tanto Moscú como Pekín tendrán más que nunca una voz y un papel más fuertes en su remodelación.
(Con fragmentos del artículo de Mar Sánchez-Cascado para el Diario La Razón)