El coche eléctrico aún no arranca en ventas por dos razones principales: su elevado precio -que subirá aún muchísimo más por el alza de la luz y la crisis de chips- que lo hará inviable económicamente hablando;  y por las infraestructuras con la claramente insuficiente red de puntos de recarga -la instalación de puntos de recarga donde España tiene como objetivo llegar a 340.000 públicos en 2030 será insuficiente-. Pero no importa ya que Naciones Unidas y la Comisión Europea exigen que en 2035 se ponga fin a los coches de combustión (incluidos los híbridos).… por eso se impondrá.

Crisis del sector automovilístico

En este contexto, no hay que olvidar la crisis que ya de por sí atraviesa el sector del automóvil en nuestro país y que se ha visto agravada por culpa de la pandemia del Covid. Las matriculaciones acumulan un desplome del 33% hasta septiembre respecto al mismo periodo de 2019.

Y de estas ventas, las de electrificados (eléctricos e híbridos enchufables -tienen una batería grande que se recarga por el motor de combustión y mediante un enchufe-), híbridos no enchufables (llevan una pequeña batería que se recarga por el motor) y de gas han subido un 28,3% hasta septiembre, pero los electrificados sólo suponen una cuota de mercado del 5,5% y los híbridos, del 4,4%.

Exigencias de Naciones Unidas y la Comisión Europea

Recientemente, Naciones Unidas ha instado a que en 2035 los países desarrollados dejen de fabricar coches de combustión (gasolina, diésel e incluso híbridos), y da de margen hasta 2040 para los que están en desarrollo. Se trata de una propuesta que ha lanzado su secretario general, Antonio Guterres, y que va en la misma línea de la Comisión Europea, que el pasado julio anunció que vetaría la venta de vehículos de gasolina, diésel, gas natural e híbridos en 2035.

En definitiva: solo coches eléctricos, muy pocos y muy caros

En definitiva, Europa seguirá siendo la más lista de la clase pseudo ecologista y la más tonta del planeta, y dentro de esta, -España no se quedará atrás- y tendremos  a partir de 2035 solo coches eléctricos, muy pocos coches (por la crisis de los chips) y muy caros (por el incremento de los precios).

Esto es, muy ecológicos y muy pobres. Es lo mismo que quiere la agenda 2030 y los globalistas del Foro de Davos. Ya saben: «Serás pobre y serás feliz»