Cuando se cumplen dos años de su entrada en vigor, las plataformas de reparto han hecho un balance muy negativo de la norma
A pesar de su implantación, las compañías no han modificado sus condiciones de trabajo y la precariedad laboral se ha disparado, a pesar de las multas millonarias que las empresas del panorama han ido acumulando.
El organismo de Trabajo ha multado con más de 205 millones de euros a Glovo y en el caso de Uber Eats, la plataforma perdió a más del 80 % de su plantilla por la puesta en macha de la ley.
Las plataformas de reparto han hecho un balance muy negativo sobre esta ley, que ha supuesto que los repartidores cobren un 60 % menos que antes de su implantación y cuyo salario ha bajado en torno a mil euros por trabajador.
Ultimátum para cumplir con la ley
Antes de que la ley entrase en vigor, había numerosas plataformas en el mercado español, sin embargo, a día de hoy solamente quedan tres, que son Glovo, Uber Eats y Just Eat. Algunas de las empresas que abandonaron el sector fueron Deliveroo, Getir o Gorillas.
Desde la Asociación Autónoma de Riders explican que las condiciones de trabajo de los repartidos son cada vez más complejas. Desde la organización señalan que ser mileurista es algo tremendamente difícil y que muy pocos consiguen llegar a un salario de más de 1.000 euros.
La Asociación ha informado que, antes de la elaboración de ley, la mayoría de autónomos ganaba entre 2.000 y 2.500 euros al mes con una jornada de ocho horas diarias y trabajando para varias plataformas. Sin embargo, en la actualidad, un repartidor que trabaja más de diez horas al día, difícilmente llega al salario mínimo interprofesional, fijado en los 1.080 euros mensuales.
Y es que cuando los comunistas se ponen a gestionar, además de ir en contra de la libertad de expresión o la propiedad privada, lo hacen muy, muy mal. Les puede el sectarismo ideológico. Y la soberbia nos les permite dar marcha atrás. Otro fracaso de «Yoli la comunista».
(Con información de El Debate)
