Las élites globalistas no dejan en la estacada a sus fieles títeres. Von der Leyen ya está muy quemada y con varios casos de corrupción pendiente, por lo que le están preparando un retiro dorado.
Las élites globalistas y su estrategia con Von der Leyen
Von der Leyen y las élites globalistas vuelven a estar en el centro de la polémica. Según el semanario alemán Spiegel, la actual presidenta de la Comisión Europea podría convertirse en candidata a la Presidencia de Alemania. Todo esto ocurre en medio no solo de la vergonzante sumisión a EEUU sino también de múltiples escándalos y acusaciones de corrupción que amenazan su continuidad en Bruselas.
Las élites globalistas nunca dejan sin recompensa a sus fieles peones. Cuando una figura política se desgasta, la promocionan a otro cargo de prestigio, asegurando así su influencia y continuidad. El caso de Ursula Von der Leyen encaja perfectamente en este patrón.
Escándalos de corrupción y desgaste político
Los escándalos de corrupción que rodean a Von der Leyen no son un secreto. Su gestión al frente de la Comisión Europea se ha visto cuestionada por contratos poco transparentes, especialmente en el contexto de las vacunas contra el COVID-19, el ya famoso Pfizergate. Los medios europeos ya hablan de ella como una dirigente “quemada” y sin credibilidad en Bruselas.
Sin embargo, lejos de ser apartada, el sistema globalista busca reciclarla. Este modus operandi es común: se protege a quienes han servido fielmente a la agenda supranacional, evitando que queden expuestos o caigan en desgracia. En este caso, se prepara su posible salto a la Jefatura de Estado en Alemania.
Una Presidencia a medida de las élites globalistas
El semanario Spiegel asegura que el gobierno de Friedrich Merz baraja seriamente la posibilidad de postular a Von der Leyen como presidenta de Alemania. La cancillería alemana estaría sondeando este escenario como una “salida honorable” para una figura política que, en Bruselas, se encuentra en un callejón sin salida.
Preguntado al respecto, Merz afirmó: «Eso sería bueno», abriendo la puerta a una candidatura femenina a la presidencia alemana por primera vez en la historia.
No cabe duda de que Von der Leyen y las élites globalistas verían esta transición como un triunfo estratégico: mantenerla en la esfera política, darle prestigio y garantizar que no rinda cuentas por su gestión en la Comisión Europea.
El calendario político y las ambiciones de Von der Leyen
De producirse, Ursula Von der Leyen tendría que abandonar antes de tiempo su segundo mandato en Bruselas, renovado en 2024. Esto significaría dejar incompleto su trabajo en la Comisión Europea. Sin embargo, la Presidencia de Alemania representa un cargo atractivo por varias razones: sería la primera mujer en ocupar el puesto y reforzaría su imagen de pionera, tras haber sido la primera ministra de Defensa y la primera presidenta de la Comisión Europea.
La elección presidencial tendrá lugar en 2027, cuando la Asamblea Federal alemana designe al próximo jefe de Estado. Para entonces, el plan de las élites globalistas podría materializarse. De este modo, Von der Leyen y las élites globalistas se asegurarían de que su carrera política no termine en medio de acusaciones y desprestigio, sino con un retiro dorado en Berlín.
Las élites globalistas y sus “retiros dorados”
El caso de Von der Leyen no es una excepción. Otros políticos europeos desgastados han recibido salidas “honorables” de la mano de las élites globalistas. Cargos en organismos internacionales, consultorías privadas o jefaturas de Estado se han convertido en refugios para quienes han servido a intereses supranacionales.
La lógica es clara: los peones fieles se protegen y se premian. Así, se mantiene intacta la red de poder que impulsa la agenda globalista en Europa. Von der Leyen es un ejemplo visible de este mecanismo, que erosiona la soberanía de los Estados y manipula las instituciones democráticas.
Von der Leyen y las élites globalistas en acción
El futuro político de Ursula Von der Leyen muestra cómo funcionan los engranajes de poder en Europa. Pese a los escándalos de corrupción, lejos de caer en el olvido e incluso terminar en juicio, se le prepara un retiro dorado como presidenta de Alemania.
Von der Leyen ejemplifica la forma en que el globalismo premia a sus fieles, asegurando su continuidad en el poder mientras debilita las soberanías nacionales.