Sánchez forra con dinero público a catalanes y vascos a costa del resto

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Pinocho Sánchez en su salsa, derrochando caradura.

La Conferencia de Presidentes Autonómicos ha servido para comprobar cómo el Gobierno socialcomunista de Sánchez hace primar sus intereses partidistas sobre el interés nacional.

Como explica Carlos Cuesta en OKdiario, este 1 de agosto de 2020, Sánchez está dispuesto a pagar lo que haga falta con tal de sacar adelante sus Presupuestos.

Necesita los apoyos de los separatistas vascos y catalanes y los piensa comprar. El primer pago acaba de ser bendecido: el País Vasco disfrutará de un margen extra de déficit del 2,6% y una deuda pública del 15,9% en 2020. Traducido: el Gobierno de Urkullu logra más de 1.700 millones extra por año.

La Generalitat catalana no se ha quedado callada y ya ha reclamado un envío de al menos 3.000 millones de euros anuales en concepto de ayudas directas procedentes del fondo de reconstrucción europeo.

En total, las exigencias suman cerca de 5.000 millones de euros al año de los que el resto de autonomías deberán despedirse para que Sánchez pueda pagar sus peajes y sacar adelante sus Presupuestos.

FALSAS IMPRESIONES

La presencia a última hora del lendakari Íñigo Urkullu hacía presagiar que el Ejecutivo y el PNV habían llegado a un acuerdo para permitir al País Vasco 2.000 millones más de deuda pública -a costa de todos los españoles- y ampliar la senda del déficit hasta otros 1.700 millones, a costa del resto de territorios, salvo Cataluña, que también sacará una tajada especial.

De modo que la permanencia de Pedo Sánchez en La Moncloa se traduce en que dos comunidades -País Vasco y Cataluña, vitales para la supervivencia política del presidente del Gobierno- se llevarán las porciones más grandes del reparto. Al final, unos podrán gastar más y el resto, menos.

Un agravio rayano en la indecencia que demuestra hasta qué punto Sánchez es un tahúr que mercadea de forma innoble con los recursos de todos.

Si el País Vasco Vasco puede tener un déficit del 2,6% -lo que significa que puede gastar más- y Cataluña, a través de una fórmula distinta, más o menos lo mismo, comunidades como Madrid o Andalucía tendrán que hacer un soberbio esfuerzo de contención del gasto para que las cuentas del Estado cuadren y cumplan con las exigencias de Bruselas.

FONDOS LIMITADOS

Pero como los fondos son limitados y País Vasco y Cataluña van a salir claramente ganando, el resto de territorios saldrá claramente perdiendo.

Habrá territorios de primera -los más desleales con el marco constitucional- y territorios de segunda, lo que significa que Sánchez, para seguir en La Moncloa, será el causante de que la desigualdad entre españoles alcance cotas nunca vistas.

Lo peor es que Sánchez va a condenar a territorios como Madrid y Andalucía -donde gobierna el PP- para satisfacer las exigencias de los nacionalistas vascos y los independentistas catalanes.

Es decir, Sánchez paga a vascos y catalanes el precio de su apoyo esquilmando al resto de territorios.

(Periodista Digital)

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