Population Research Institute lanza una propuesta de orden ejecutiva para cambiar el rumbo de las políticas antinatalistas heredadas de la Comisión Rockefeller
Estados Unidos está envejeciendo. Su tasa global de fecundidad está en caída libre y el relevo generacional ya no está garantizado. El llamado “sueño americano” empieza a convertirse en una pesadilla por una razón muchas veces ignorada: las familias tienen cada vez menos hijos, o simplemente dejan de tenerlos.
Según un reciente informe de la BBC, la tasa de natalidad en Estados Unidos ha caído a 1,62 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional (2,1). Este descenso no es accidental, ni repentino. Es el resultado de décadas de políticas culturales y gubernamentales que, directa o indirectamente, han desalentado la maternidad, han relativizado el valor de la familia y han promovido una mentalidad antinatalista.
Ante esta realidad, Population Research Institute – PRI ha dirigido al presidente Donald J. Trump un texto de dicha orden ejecutiva para revertir las raíces ideológicas del invierno demográfico estadounidense. El texto de esta propuesta se encuentra en el website de PRI invitando a más ciudadanos a sumarse a esta iniciativa.
El objetivo es reemplazar la lógica del “control poblacional” por una estrategia integral de “renovación demográfica” centrada en la familia, el matrimonio y la vida.
¿Cuál es el origen de esta mentalidad antinatalista?
En 1972, se publicó el informe de la Comisión sobre el Crecimiento de la Población y el Futuro de América, más conocida como Comisión Rockefeller, un documento profundamente influenciado por el miedo infundado a la “superpoblación”. A partir de entonces, ese informe se convirtió en una hoja de ruta para justificar políticas que frenaran la natalidad a través de medidas educativas, económicas y sociales. Hoy, sus premisas están desmentidas por los hechos: Estados Unidos no tiene demasiadas personas; tiene muy pocos nacimientos.
“Ya es hora de rechazar las propuestas radicales de la Comisión Rockefeller”, afirma Steven W. Mosher, presidente del PRI. “Estados Unidos necesita políticas que promuevan el matrimonio, alienten la natalidad y protejan a las familias”.
¿Qué propone la orden ejecutiva del PRI?
La propuesta contiene tres medidas concretas:
- Repudio oficial a la Comisión Rockefeller: Todas las agencias gubernamentales deberán dejar de citar o basarse en su informe de 1972 como fundamento para sus políticas.
- Revisión institucional: En 120 días, se deberá eliminar de los documentos oficiales, materiales de capacitación y sitios web toda referencia a la “superpoblación” como argumento para frenar el crecimiento demográfico.
- Creación de un Grupo de Trabajo para la Renovación Demográfica: Presidido por el Secretario de Salud y Servicios Humanos, este grupo propondrá políticas concretas para promover el matrimonio, aumentar las tasas de natalidad y reforzar el apoyo a las familias.
Una oportunidad histórica
PRI ya ha iniciado una campaña de recolección de firmas para respaldar esta iniciativa. El momento no podría ser más oportuno: mientras Europa enfrenta una crisis demográfica profunda, y mientras el Este asiático ve el colapso de su población activa, Estados Unidos aún tiene margen de maniobra para cambiar de rumbo, siempre que sus líderes estén dispuestos a actuar con valentía.
Ese ejemplo puede inspirar a muchos países que, habiendo sucumbido al mito de la sobrepoblación, hoy comienzan a padecer las duras consecuencias del invierno demográfico. La Comisión Rockefeller prometía que reducir los nacimientos traería prosperidad económica, pero la realidad ha demostrado lo contrario: menos nacimientos no han traído desarrollo, sino disminución de jóvenes en la fuerza laboral, caída del Producto Bruto Interno, mayor gasto público en atención a personas mayores y colapso de sistema de pensiones, entre otros.
Rechazar el paradigma del control poblacional no es mirar al pasado: es apostar por el futuro. Y ese futuro, como lo sabe cualquier civilización duradera, se construye sobre la vida, la familia y el valor de cada nuevo ser humano.
Carlos Polo | Director de la Oficina para Iberoamérica de Population Research Institute