En el anexo de la nota verbal de dicha protesta trasladada por la diplomacia marroquí a la Delegación (Embajada) de la UE en Rabat, se recopila una decena de «declaraciones hostiles» de Schinas sobre Marruecos y «las ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla«.

Marruecos se queja de que, a lo largo de los dos últimos años, el vicepresidente de origen griego ha reiterado una y otra vez que Ceuta y Melilla son fronteras españolas y europeas. Y cuestiona que haya advertido en RNE que «Europa no se dejará intimidar». «En los últimos meses, hemos visto tentativas de países terceros de instrumentalizar la migración. Vamos a dejar muy claro que nadie puede chantajear a la UE. Somos muy fuertes para ser víctimas de esas tácticas que no son admisibles en la Europa de hoy. Ceuta es una frontera europea y lo que pasa ahí no es un problema solo para Madrid, sino que es un problema para todos», declaró a la radio pública española.

De esta manera, la comisaria de Interior, Ylva Johansson, apostilló más concretamente que «las fronteras españolas son fronteras europeas«, y exigió a Rabat cumplir con su compromiso de controlar las salidas irregulares y aceptar el retorno de las personas que han salido de esta forma de Marruecos.

Y es que Marruecos, una vez conseguido el Sahara, ahora va a por Ceuta y Melilla. Están en su hoja de ruta. El problema es que enfrente, en el gobierno español están más por agradar a Marruecos que defender los intereses españoles.

(Con información de El Independiente)