Quim Torra y sus altos cargos se suben el sueldo en plena pandemia

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En plena pandemia, mientras arrecian los debates sobre el futuro de trabajadores que ven peligrar sus puestos de trabajo y mientras miles han tenido que acogerse a un expediente temporal de regulación de empleo, la Generalitat de Cataluña decidió aumentar un 0,9% el salario de los expresidentes de la Generalitat introduciendo esa medida en el decreto ley 11/2020 aprobado para hacer frente a la pandemiaParalelamente, el Parlament aprobó un aumento del 2% del sueldo a los altos cargos del Govern.

Como contraste, en la Mesa de la Función Pública, los representantes de los empleados públicos exigen que se les paguen los salarios recortados (y cuya devolución fue una promesa de Artur Mas y de sus sucesores) durante la anterior crisis. Y critican que el ‘president’ Quim Torra propone dar una extra a los trabajadores de la sanidad, pero en vez de habilitar un fondo especial tiene intención de detraer ese dinero de la bolsa del resto de funcionarios. Frente a este negro panorama, los políticos de la Generalitar puede presumir de que la crisis del coronavirus no solo no les ha afectado sino que han salido fortalecidos, económicamente hablando, de ella.

La Generalitat emplea a 340 altos cargos, de los que la gran mayoría ocupan un puesto estructural y son nombrados a dedo. En esa cifra, se incluyen 148 contratados que tienen la consideración de eventuales y cuya labor se adapta a los intereses del ‘president’ o del consejero que los contrata. Un buen puñado de ellos son asesores para un ámbito determinado o, simplemente, para ayudar en las tareas que se les encarguen. Se trata de una particularidad que permite contratar a personas sin que haya un fin o un trabajo concreto a realizar. Los salarios que percibe este personal sobrepasan los 46 millones anuales, sin contar a los directivos de las empresas públicas.

Presidencia se lleva la palma en cuanto a cargos eventuales. Ya no se trata solo de los costosísimos cargos estructurales del Govern: Torra alimenta a 42 eventuales con salarios de órdago (además de 23 altos cargos). Es cierto que algunos de esos eventuales no trabajan directamente para él. Por ejemplo: los tres responsables de las oficinas de José MontillaArtur Mas y Carles Puigdemont (Jordi MenéndezMaria-Reis Quinzaños y Josep Lluís Alay) cobran por cabeza 105.676,38 euros. Pero los demás cargos sí trabajan para el jefe del Ejecutivo. Son un reguero de asesores supuestamente especializados en todos los ámbitos pero siempre con generosos salarios públicos. Los altos cargos de Presidencia se llevarán este año más de 2,3 millones de euros, y el personal eventual, casi 3,2 millones. En 2019, los altos cargos se llevaron dos millones y el personal eventual se llevó solo 2,8 millones, por lo que las partidas para los ‘amigos’ son manifiestamente más abultadas en el presente ejercicio.

Vicepresidencia, en cambio, tiene 21 cargos eventuales, exactamente la mitad que Torra. Pero tiene 27 altos cargos. Aragonès gasta dos millones en los salarios de estos y 1,4 millones en sueldos de los eventuales. Contrariamente a lo que hizo Torra, es la misma cifra que destinó en 2019 a estos menesteres. La Consejería de Exteriores, por su parte, tiene 11 cargos eventuales, pero, al margen de ellos, en este departamento están encuadrados los 14 ‘embajadores’ de Cataluña diseminados por el mundo, que cobran 87.456,36 euros por cabeza y que están considerados “otros directivos”. Exteriores subió de 1.568.648 euros a 1.644.544 euros los salarios de altos cargos, pero disminuyó las retribuciones a eventuales de 958.580 a 729.866 euros.

Las subidas de sueldo del Govern

El propio Quim Torra se ha situado el salario en 153.235,50 euros anuales (el año pasado era de 149.947 euros, luego fue elevado a 152.861,54 euros, hasta la subida de ahora), posicionándose como el presidente autonómico que más cobra de toda España. De hecho, su salario es un 182% más alto que el del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Sus consejeros pasarán a cobrar 115.517,04 euros anuales. El secretario general de Presidencia, el secretario del Govern y el jefe de la asesoría jurídica de la Generalitat cobrarán 117.452,94 euros, mientras que los secretarios de las consejerías se quedan en 91.242 euros y los directores generales, en 87.456,36. De hecho, cualquier director general de la Generalitat (un puesto en la franja baja del escalafón de cargos) cobra más que el jefe del Ejecutivo central.

“Lo peor es que hay un montón de asesores o de cargos de confianza en el Gobierno. Se ha ido hinchando la plantilla y creando empresas o consorcios para dar entrada a gente del partido, pero además ha sido con sueldos en torno a los 80.000 o 90.000 euros. Es un auténtico escándalo”, explica una fuente sindical de la Generalitat. De hecho, durante el tripartido, se limitaron los salarios y el número de asesores políticos del Gobierno, pero esas normas han saltado por los aires los últimos años. Critican también estas fuentes que, durante los últimos años, se han creado cargos a medida o simplemente oficinas o ventanillas para absorber a los enchufados, proporcionándoseles un cargo aparentemente estructural. Es lo que popularmente se conoce como chiringuitos.

Así, las ventanillas a las que se refieren los representantes sindicales sirvieron para dar puestos de trabajo a los fieles del partido. Pero también para otra cosa: para contentar y compensar a los dos socios del Govern. De esa manera, un chiringuito en Presidencia que absorbe a fieles militantes de JxCAT o del PDeCAT es respondido con otro chiringuito similar en Vicepresidencia para enchufar a militantes de ERC. Uno de los hombres de confianza de los líderes del ‘procés’, el polivalente Pau Villoria, es el comisionado de la Presidencia para el Despliegue del Autogobierno (117.453,94 euros de salario, más que un consejero). Ese fue uno de los chiringuitos creados en Presidencia años atrás, bajo el nombre de Secretaría para el Desarrollo del Autogobierno. Para compensar, el anterior vicepresidente, Oriol Junqueras, había creado una oficina similar (llamada Oficina para la Mejora del Autogobierno), que el actual vicepresidente, Pere Aragonès, finiquitó. En cambio, ahora se creó una Oficina de Derechos Civiles y Políticos. Adam Majó, que está a su frente, cobra 91.242,40 euros.

Así, Torra también se montaba una Oficina del Presidente, con Joan Ramon Casals, exalcalde de Sant Just Desvern, como máximo responsable. Son 87.456,36 euros de salario, a los que hay que añadir otros 79.917,22 euros de Jordi Moreso como coordinador de dicha oficina. Aragonès, por su parte, hizo lo propio: se montó su propia oficina, con Bernat Costas a su frente. Otros 87.456,36 euros en salario del cabeza visible.

La bicoca de las empresas

Mención aparte merecen los altos cargos de las empresas que controla el Govern. El directivo que más se embolsa es el director general de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), Pere Calvet: 147.754,56 euros al año. El presidente de esta empresa pública, Ricard Font, se lleva 117.826,80 euros.

La Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) es otro de los chiringuitos donde hay abultados salarios. Los ocho principales directivos de este ente se llevan de las arcas públicas casi 900.000 euros al año. La presidenta de la CCMA, Núria Llorach, gana 116.844,789. Pero le van a la zaga el director de TV3, Vicent Sanchís; el de Catalunya Ràdio, Saül Gordillo; el director de Explotación e Ingeniería, Amadeu Gassó, y el director de Estrategia y Recursos Humanos, Andreu Joan Martínez (que había sido director general de la Policía), con 116.038,89 euros por cabeza. El director de Deportes, Christian García; el director comercial y de Marketing, Martí Patxot, y la directora de Gestión y Recursos, Teresa Farré, tienen su sueldo cifrado en 102.820,64 euros.

En el ámbito sanitario, los altos cargos que dependen de la Administración catalana sí están bien pagados. Así, la gerente del Hospital del Mar, Olga Pané, se embolsa 126.270,78 euros anuales, mientras que el director del hospital de Vall d’Hebron, Joan Xavier Comella, gana 123.927,02 euros anuales. La gerente del Hospital Sant Pau, Gemma Craywinckel, se lleva 117.300 euros, y el gerente del Consorcio Sanitario del Maresme, Ramon Cunillera, cobra 116.359,96 euros. El gerente del Consorcio Sanitario del Alt Penedès, Josep Lluís Ibáñez, tiene un salario de 112.127,38 euros. El director general del Hospital Clínico, Josep Maria Campistol, o el director gerente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), Josep Maria Argimon, tienen un sueldo de 110.760 euros. El director del Servicio Catalán de la Salud (SCS), Adrià Comella, cobra 108.042,84 euros. Y la directora general del Instituto Catalán de Oncología, Candela Calle, cobra 107.326,34 euros. Ninguno de los altos cargos de los hospitales catalanes cobra menos que un director general, al revés: todos ellos están manifiestamente mucho mejor pagados que los otros altos cargos de la Generalitat.

En la empresa pública Infraestructures, de la que dependen todas las obras públicas de Cataluña, los salarios son algo menos abultados. El presidente de la compañía, Joan Jaume, es el mejor pagado, con un salario de 115.514,32 euros, prácticamente igualado al de un consejero de la Generalitat. Le sigue el director de Producción, Jordi Joan Rossell, con 111.741,16 euros. A distancia, quedan los 85.103,70 euros de Joan Morera, director de Contratación, y de Ignasi Roger, director de Equipamientos y sServicios Energéticos de Infraestructures.

Son de destacar también los 108.344 euros de salario de Joan Fontseré, director de Circuits de Catalunya, una empresa que está prácticamente en quiebra, o los 117.825,14 euros del director del Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña, Jaume Massó. También el director artístico del Teatro Nacional de Catalunya (TNC), Xavier Albertí, así como el del consorcio del Museo Diocesano de Lleida, Josep Giralt, tienen salarios nada desdeñables: 115.454,56 euros por barba. Josep Usall, director general del Institut de Reserca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA), dependiente de Agricultura, se embolsa 115.664,22 euros, mientras que el director del Museo Nacional de Arte de Cataluña (Mnac), José Serra, se lleva a casa 107.517,50 euros al año.

(El Confidencial)

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