Ni salir a la calle puede pero que nadie espere la dimisión del mentiroso compulsivo. Como no pudo darse un baño de multitudes por Salamanca le llevaron a un pueblecito llamado Calvarrasa donde un ciudadano le preguntó si era Pedro Sánchez y cuando sonrió complaciente le replicó: «¿Pedro Sánchez el mentiroso verdad?». Rápidamente los escoltas le apartaron pero se lo dejó clarito.
Como psicópata no acepta que le tienen calado dentro y fuera de nuestras fronteras. Tras la ‘entrevista’ con Biden de 20 segundos no le ha recibido ni un alcalde de ninguna ciudad. Le sacaron en una entrevista televisiva donde en una muestra de caradurismo dijo que quería ser recordado como la persona que acabó con la pandemia.
Los corifeos de la prensa amiga cantaban exultantes que 《El jefe del Gobierno, al que han llamado Superman y Kennedy, se convierte en el mejor reclamo para el turismo español》. Pero, no hace más que llegar a España y el gobierno norteamericano aconseja a sus ciudadanos no consideren España entre sus lugares de destino vacacionales.
Luego critican al rey Juan Carlos al que no le llegan ni al polvo de la suela del zapato. El primer ataque a la monarquía de este mentecato fue enmendar la decisión del rey sobre el enterramiento del general, que siempre quiso estar en Mingorrubio, y sacarlo por razones de urgencia y necesidad del Valle de los Caídos donde fue depositado por decisión de Juan Carlos.
Todo el mundo sabe que el doctor ‘cum fraude’ nos ha mentido y nos sigue mintiendo. ¿Recuerdan aquello del inexistente ‘comité de expertos’ al que tanto aludía el narcisista que quiere acabar con la Corona y hacer de embajador de España atrayendo inversiones como hacía Juan Carlos I.
Si fuéramos un país serio este sería motivo suficiente para la dimisión del gobierno en pleno, con Juana Belarra a la cabeza la que no distingue entre IV y VI, al nombrar al rey Felipe.Y como no se van a ir creo que es razón sobrada para echarse a la calle pues no solo será demoler la Cruz más grande del mundo como pide Aitor Esteban el seguidor del nazi-psicópata Sabino Arana cuyo gobierno regional ya se afana en sacar una ley para penar a quienes consideren hacen apología del franquismo, eso sí los homenajes y recibimientos a asesinos etarras siguen impunes, ellos son demócratas.
Es curioso el afán de Sánchez con el Valle y la exhumación urgente de 2019, se olvida que el ya lejano 4 de noviembre de 1950 la Asamblea de la ONU revocó la condena a la España de Franco y que dieciocho años después, el 2 de noviembre de 1968, con Franco en vida, la ONU eligió a España miembro del Consejo de Seguridad… ¿a qué viene todo esto?
Es lógico que este actual presidente no se sienta obligado a dejar el cargo dado que en su psicopatía se siente el Salvador frente a la pandemia.
Evidencia, a cada paso que da, una total ausencia de empatía, de vergüenza y ni siquiera muestra una brizna de dignidad. Se trata de un auténtico trastornado que ha llegado a ser presidente del gobierno de España sin que nadie le recuerde cada día que tiene un falso doctorado, que es un mentiroso, que mintió descaradamente a electores y votantes, y al igual que la caterva comunista que le rodea no tiene ni preparación ni experiencia de gestión en nada, los que sin haber dado un palo al agua ahora quieren retrasar la edad de jubilación, pero no disminuyen el volumen de cargos públicos, o mejor dicho de cargas públicas.
Tenemos un arco parlamentario podrido que acepta un curriculum igualmente podrido, que se marcha de vacaciones tan tranquilo y un pueblo que impasible solo quiere salir a divertirse y a la playa que no se levanta frente a la mentira.
Esto plantea un escenario en el que España está abocada irremisiblemente a la destrucción con la complicidad de la clase política y de la masa borreguil que no merece ser llamada pueblo español.
Ya más de 140.000 fallecidos de los que el gobierno no reconoce ni la mitad, se llegó tarde en la adopción de medidas de gestión frente a la pandemia, se ocultó información, se mintió y se animó la asistencia a las concentraciones del 8M, se perdieron más de un millón de puestos de trabajo en tres meses, somos el país campeón del mundo en número de fallecidos por millón de habitantes, cientos de pateras sin control, llenas de contagiados, sin actuar contra las mafias de trata de personas que llegan a nuestras costas ante la promesa de un ‘ingreso mínimo vital’, aeropuertos sin control, hundimiento del turismo, brotes también sin control, sin un mando sanitario único a nivel nacional, un poder judicial politizado y a punto de ser renovado de la mano del globalista Casado junto con los que quieren destrozar lo que queda de España…
¿A qué hora salimos a aplaudir?
(José Crespo. La Paseata)
