El comité de expertos encargado de elaborar el Libro Blanco de la Reforma Tributaria ha hecho entrega del informe a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
La ministra encargó el documento hace un año con la finalidad de: “adecuar la realidad económica del siglo XXI y garantizar un sistema tributario más equitativo, progresivo, justo y que se incorpore a la imposición medioambiental, digital y la perspectiva de género”.
El presidente del comité de expertos, Jesús Ruiz-Herrera, Director del Laboratorio de Alternativas, servicio de estudios de la Fundación Alternativas, fuertemente vinculada al PSOE, ha sido el encargado de presentar el documento de 800 páginas, un Libro Blanco lleno de diagnósticos y recomendaciones, muy verde, muy igualitario, con perspectiva de género y que nos va a salir muy caro a los españoles en forma de todas clase de tasas especiales al servicio de la atmósfera dominante: feminismo, ideología de género, ecología, etc.
Supresión de la Tributación Conjunta
El informe de los supuestos expertos recupera una de las medidas más polémicas y sectarias: la supresión de la tributación conjunta en el IRPF, que con ello aplica una concepción individualista y elimina toda realidad familiar en el IRPF. Esta medida que apareció en la publicación del Plan de Recuperación, levantó gran controversia y contestación por tratarse de un beneficio fiscal de más de 1.000 millones de euros para las familias.
Beneficios para las unidades familiares biparentales, y de 2.150 para las monoparentale
Además de eliminar la tributación conjunta, o sea, elimina la posibilidad de la tributación familiar sin embargo, ayuda a otros colectivos. Consiste en una reducción en la base de 3.400 para las unidades familiares biparentales, y de 2.150 para las monoparentales con el fin de evitar las pérdidas que su supresión ocasionaría a determinados matrimonios con un único perceptor de rentas y también para corregir el exceso de tributación originado por la acumulación de rentas en la unidad familiar.
Otros impuestos.
En el informe se recogen propuestas como el establecimiento de un tipo mínimo en el Impuesto sobre el Patrimonio para todas las comunidades, puesto que los expertos entienden que la insolidaridad de las comunidades puede llevar al vaciamiento del impuesto. Por supuesto, aseguran que no se plantean y que es impensable que este impuesto desaparezca, y que no seamos malvados, que no han pensado en ninguna Comunidad Autónoma en concreto en este punto.
Además, recomiendan igualar la tributación del diésel y la gasolina y un aumento de la imposición a los hidrocarburos, a cambio proponen bajar la fiscalidad sobre la electricidad. «La tributación medioambiental es esencial bajo el principio de quien contamina, paga» , fiscalidad verde. pura agenda 2030. En concreto, los principales impuestos serán:
Subidas de impuestos a los hidrocarburos, en particular al gas natural y los carburantes, igualando la fiscalidad del diésel y la gasolina de automoción. El comité de expertos considera que se debe avanzar en la equiparación de la fiscalidad del diésel y la gasolina, en línea con la directiva sobre fiscalidad de la Unión Europea. Además de esta equiparación, sostienen también la conveniencia de dar una vuelta de tuerca a la fiscalidad de ambos combustibles.
Con estas modificaciones, se podrían recaudar 8.504 millones de los algo más de 15.000 millones de euros que, según sus estimaciones, España puede recaudar a través de impuestos ambientales.
Electricidad
Supresión del impuesto sobre el valor de la producción eléctrica, así como medidas “para mejorar el diseño y efectividad” de los impuestos propios autonómicos con efectos sobre el sector eléctrico y modificar el impuesto especial de la electricidad.
Circulación
Reforma del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM o impuesto de circulación) para incorporar una cuota tributaria creciente con el nivel de las emisiones de CO2 de los automóviles.
Esto supondría 610,8 millones más de recaudación.
Medioambiente y aviones
Creación de un impuesto de carácter medioambiental que grave la compra de billetes de avión. Los expertos abogan por gravar el queroseno -el combustible para la aviación está ahora exento de impuestos- e introducir un impuesto a los billetes de avión para desincentivar el uso de este modo de transporte cuyas emisiones se han incrementado mucho en los últimos años.
Crear un impuesto que grave el uso de infraestructuras viarias de alta capacidad -autopistas y autovías- en función de la distancia recorrida mediante un sistema de peajes electrónicos. El Libro Blanco también está a favor los peajes. Tanto en vías de gran capacidad como urbanos, a los que el Ejecutivo ha abierto ya la puerta en la nueva Ley de Movilidad.
El trabajo llama a considerar peajes en autovías en relación con la distancia recorrida y a través de dispositivos electrónicos tipo a los usados en Portugal. Según sus simulaciones, con el pago de 1 céntimo/kilómetro para vehículos ligeros y de entre 3 y 4,9 céntimos/kilómetro para pesados, el Estado podría ingresar entre 1.172 y 1.400 millones.
En cuanto a las tasas de congestión para ciudades, y aún reconociendo el carácter regresivo de esta medida, al no diferenciar entre capacidad económica, proponen usar parte de la recaudación a mejoras en el transporte público y mitigar así este defecto.
Modificación del Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (IEDMT o impuesto de matriculación). Por un lado, se plantea en la extensión del número de tramos y la subida de los tipos impositivos para incentivar la compra de vehículos de bajas emisiones. Por otro, se sugiere la introducción de un suplemento sobre el peso del vehículo por encima de un cierto límite.
