Materia y espíritu | Pío Moa

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¿Cómo unos “desharrapados” talibanes han podido infligir una derrota tan humillante a un ejército supertecnificado y tan abrumadoramente superior  en todos los terrenos como el useño y de sus aliados? No es que los hayan derrotado, propiamente hablando,  sino que los han hecho fracasar, impidiéndoles controlar el territorio hasta obligarles a tirar la toalla por el enorme gasto implicado. Algo semejante pasó en Irak.  Usa creó y financió un ejército afgano antitalibán teóricamente muy fuerte, pero con el grave problema de ser una tropa pagada por el invasor: su motivación era baja y su popularidad escasa. Conviene recordar el análisis de Franco en relación con Vietnam:  Usa no ganaría, porque los comunistas sabían explotar un terreno difícil y  porque representaban el patriotismo vietnamita. No tenía en cuenta, además, el  poderoso atractivo de la doctrina marxista y su capacidad de imponer una disciplina. Parece que el yijadismo ha desempeñado un papel semejante en Afganistán. La parte implícita del análisis de Franco venía a ser: sea como sea, a España no se le pierde nada en Vietnam, no es un problema suyo aunque se invoque el anticomunismo. Como ahora invocan la lucha contra el terrorismo para satelizar al país en la OTAN.

Creo que la derrota de Afganistán debe incitar a plantearse dos problemas de fondo: el de la asombrosa  irreductibilidad del islam, manifestada desde siempre y tan difícil de entender desde la perspectiva occidental; y la cuestión del espíritu y la materias, dicho a lo bruto: en Afganistán el poder material aplastante estaba del lado de los que resultaron perdedores. En Vietnam pasó casi lo mismo, con la peculiaridad de que el poder material de Usa y aliados se presentaba como ante todo espiritual, y el  poder espiritual del Vietcong se presentaba como esencialmente materialista. ¡Lo que confunden las palabras!

(Pío Moa | Escritor)

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