Marruecos exigirá a Sánchez el control de los cielos sobre el Sáhara

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Marruecos, comprobada la debilidad del gobierno español, está planificando una nueva cesión en el Sáhara por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. Esta vez, el objetivo de Marruecos es el espacio aéreo sobre los territorios saharauis, una zona dividida que controlan, a medias, España y Marruecos. 
Y no es una posibilidad. La propuesta estará sobre la mesa en la próxima reunión de alto nivel entre Sánchez y Mohamed VI. Una cita que va poco a poco complicándosele a Moncloa por las exigencias cada vez mayores de Marruecos.

Los aviones que sobrevuelan el Sáhara, una de las rutas más recurrentes para las aerolíneas que cubren trayectos entre Europa y Sudamérica, están bajo control de las autoridades de tráfico aéreo españolas y mauritanas. Pero en ese control también se incluye a las aeronaves militares marroquíes que realicen operaciones en esa zona. Y esa es la clave de la demanda marroquí.

España controla esa franja de terreno desde el centro de Canarias. Y cobra por cada vuelo que controla. Así lo estipula la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional), la agencia de la ONU que se ocupa de estas cuestiones. Cada aeronave que transita por esta zona debe informar al Centro de Control de Tránsito Aéreo situado en el aeropuerto de Gando, donde también opera el Ejército del Aire español. También están obligadas las aeronaves militares y cazas de combate que opera en esa área Marruecos. Vuelos muy frecuentes y que, como admiten controladores aéreos, no siempre son comunicados.

Vuelos militares

Ahora, Marruecos quiere que España, Enaire en concreto, renuncie a ese control aéreo en favor de Marruecos y su agencia de control aéreo, ONDA. Este planteamiento es el que se encontrará sobre la mesa Pedro Sánchez cuando visite el próximo noviembre Marruecos.

De ceder el espacio aéreo, Marruecos se haría con el control no sólo del territorio terrestre del Sáhara, sino también con los cielos. Sólo le faltaría el más complicado: el litigio sobre las aguas territoriales y sus límites con Canarias. Una lucha estratégica por el control de los yacimientos de hidrocarburos que hay en esa zona de la costa africana. Controlar tierra y aire sería un argumento más para reforzar la posición marroquí sobre la propiedad de esas millas náuticas en disputa.

Cesión

A España se le complicaba así el mandato que le encargó la ONU en 1970, cuando en pleno proceso de descolonización de África se le instó a organizar un referéndum entre la población local saharaui. La pregunta era simple, si querían ser súbditos de la monarquía marroquí o, por el contrario, organizarse en torno a una república saharaui independiente. La votación nunca llegó a realizarse.

Medio siglo después de aquel mandato, el Gobierno de Pedro Sánchez, por decisión propia y unilateral del presidente, dio carpetazo al asunto enviando una carta a Mohamed VI en la que plasmaba el reconocimiento por parte de España de la marroquinidad del Sáhara Occidental. Una «traición» al pueblo saharaui, como ellos mismos han calificado.

(Con información de OK Diario)

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