El pasado 21 de agosto Mohamed VI, el rey de Marruecos, cumplió 60 años.
Su estancia veraniega en la residencia real de Rincón comenzó hace dos meses, una localidad de casi 60.000 habitantes que los marroquíes llaman M’diq, cercana a Ceuta. Sus vacaciones las continua desde hace unos días en Alhucemas. Allí han llegado sus hijos, el príncipe Moulay Hassan y la princesa Lalla Khadija, para celebrarlo junto al monarca.
«Polémicas amistades»
La presencia ininterrumpida del monarca en Marruecos desde hace casi cinco meses y también sus polémicas amistades, los hermanos Azaitar, ha tranquilizado a sus colaboradores más cercanos en palacio y a las élites del país, tal y como informan diversos medios de comunicación internacionales.
Para las autoridades marroquíes no reviste gran importancia que tenga poca actividad ni que sus vacaciones sean largas, lo realmente relevante es que el monarca esté presente en los momentos claves y que sea visible para la sociedad. La Constitución marroquí otorga el grueso del poder ejecutivo al monarca y la estabilidad del país pasa porque transmita la impresión de tener el control.
No dio discurso por su cumpleaños
Por primera vez desde que llegó al trono, el rey no interrumpió su descanso para dirigirse a su pueblo la víspera de su cumpleaños. Hasta ahora, el 20 de agosto, el monarca número cinco más rico del mundo pronunciaba un discurso con motivo de la fiesta de la Revolución del Rey y del Pueblo que conmemora la efeméride de la deportación a Madagascar de su abuelo Mohamed V en 1953, por las autoridades coloniales francesas.
La Casa Real marroquí anunció el pasado 30 de junio que esa alocución quedaba suprimida y que el rey sólo haría tres discursos al año a partir de ahora: con motivo de la apertura del Parlamento en octubre; de la Marcha Verde, gracias a la cual Marruecos pudo adueñarse del Sáhara Occidental, en noviembre, y el de la Fiesta del Trono del 29 de julio por la noche. Este último, el más importante, conmemora su llegada al trono real marroquí en 1999.
El estado físico del rey
Mohamed VI parece encontrarse un poco mejor forma aunque siguen siendo muy preocupantes. En las imágenes que se han transmitido por televisión se le ha visto levemente con mejor aspecto que en las grabadas, por ejemplo, el pasado 30 de mayo, cuando inauguró en Tamesna, cerca de Rabat, un centro de formación profesional.
Deterioro físico de Mohamed VI el pasado mes de mayo.
El monarca fue diagnosticado de sarcoidosis hace cinco años, según confirmaron fuentes francesas. Los expertos apuntan que la mitad de pacientes diagnosticados con esta enfermedad pierden la vida antes de los tres años de tratamiento. Esta condición afecta al sistema inmunitario, siendo especialmente perjudicial para los pulmones y los ganglios linfáticos, provocando dolor al respirar, fatiga y pérdida de peso. Esta situación ha levantado incertidumbre entre sus posibles herederos por el futuro de su gran fortuna y patrimonio como quinto rey más rico del mundo.
Su forma física ya no le permite, sin embargo, pasar horas montado a caballo a pleno sol como hizo en Tetuán en el año 2019, mientras los notables del reino le rendían pleitesía y proclamaban su fidelidad, en una ceremonia muy vistosa conocida como la «beia».
Cuenta atrás para que el heredero llegue al trono
El heredero Moulay Hassan ya tiene 20 años y cuenta con formación militar. De hecho, según han explicado fuentes de la inteligencia marroquí a diversos medios de comunicación, el príncipe supervisó la operación de control de Guerguerat en 2020 desde la base militar de Agadir.
(con información de El Cierre Digital)