Al igual que en los años anteriores, un porcentaje alto del total de la paga ha sido asumida por la ciudadanía española. Es más, el propio INE ha explicado que durante el 2022 el pago de los hogares subió 3,2 puntos más que en el año anterior.
¿Hasta qué punto es lógico que la repartición de los impuestos ambientales sea del 50-50?
La economía española emitió 304,4 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en 2022. Sin embargo, esta cantidad de emisiones se ha disminuido desde el 2008, año en el que se empezó a poner en el foco mediático y político la importancia de salvaguardar el planeta.
¿Y como es posible que reduciéndose los gases gases de efecto invernadero se paguen cada vez más impuestos? La explicación es sencilla, los gases gases de efecto invernadero son una excusa para aumentar los impuestos y empobrecer a los ciudadanos.
Injusticia: Un 22,7% de la contaminación de los hogares, frente el 49,9% de los impuestos ambientales que han pagado las familias españolas
El problema radica en la distribución del pago, ya que el 22,7% de las emisiones correspondieron a los hogares. Esto se traduce en que los ciudadanos de a pie produjeron un total de 69.098.800 toneladas de gases de efecto invernadero.
Las familias son las grandes penalizadas
Tal y como indica el INE las familias «abonaron el 76,5% de los Impuestos sobre el transporte y el 47,8% de los Impuestos sobre la energía». El Impuesto sobre el transporte ha sido el principal pilar de los impuestos ambientales que han tenido que pagar los hogares, un hecho que se entiende teniendo en cuenta el uso personal que se le da a medios de transporte como los coches o las motocicletas.
(Con información de Voz Populi)
1 comentario en «Los hogares cargan con el coste de la farsa climática: pagan casi el 50% de los impuestos ambientales»
Y los políticos de todo el mundo organizan cuchipandas internacionales PRESENCIALES a las que viajan en aviones privados o de sus Fuerzas Armadas con sus familias, parejas o amantes, además de escoltas, asesores, secretarios, periodistas apesebrados y acreditados y demás morralla, alojados en hotelazos y palacios (embajadas), desplazándose en coches oficiales o helicópteros (por lo general alimentados por combustibles fósiles de alto octanaje), se reúnen en amplias salas iluminadas y aclimatadas con calefacción o aire frío hasta la exageración, más todo el despliegue policial y militar a su alrededor… contaminando y dañando el medio ambiente en una semana lo que cualquiera de nosotros no podría en cien vidas. Cuando podrían reunirse todos por videoconferencia sin abandonar sus despachos o salas habilitadas en la sede del respectivo gobierno o parlamento, y firmar todo con su firma electrónica personalizada y se supone que 100% segura, además de que el Ministro correspondiente a quien corresponda hacer de secretario daría fe de lo firmado. Más eficaz y, sobre todo, coherente. Pero claro, esos hipócritas prefieren viajar a todo tren, ostentar y detentar poder y chulería y dar espectáculo a la opinión pública y aborregada que se lo paga. Y, por cierto, al próximo sarao se ha apuntado hasta el Papa.
Ésos sí que contaminan y dañan el planeta. Y total, para las vaguedades que firman al final, que sólo sirven para aparentar, y ni eso.