Después de varias décadas de “lucha por los derechos de las mujeres”, Lidia Falcón ha sido proscrita. La presidenta del Partido Feminista se ha opuesto al contenido del proyecto de ley sobre la transexualidad, emanado del Ministerio de Igualdad, y eso le ha valido dos denuncias por delitos de odio y la expulsión de Izquierda Unida, donde le acusan de tránsfoba.
A esta escritora y abogada, licenciada en Derecho, Periodismo y Arte Dramático, le separa un océano de distancia de Irene Montero, a la que acusa de ser una “muchacha de barrio” sin formación y muy dada a «las performance«. En esta entrevista, se muestra muy crítica con la corriente morada del feminismo y fija las prioridades que -a su juicio- debería tener este movimiento. También se despacha sin pelos en la lengua sobre el lobby trans.
Pregunta: No será éste el 8-M más sencillo…
Respuesta: Nosotras teníamos convocada (habla el jueves) una concentración en Madrid, con 150 personas como máximo y distancia de dos metros cada una, pero nos la han prohibido. Qué se le va a hacer, es lo que toca en este momento trágico. Pero bueno, no hay que perder de vista que el 8 de marzo es un día histórico en la lucha de las mujeres, aunque no es el único día del año en que tenemos que trabajar por el feminismo.
P: A estas alturas de la discusión, ya me he perdido. ¿Cuáles son las prioridades que debería marcarse el feminismo?
R: Nos estamos perdiendo a veces en temas que no son prioritarios, eso es así. Pero eso no quiere decir que hayamos dejado de lado la reivindicación de los verdaderamente importantes, entre los que se encuentra la violencia contra la mujer. La Ley de Violencia de Género -mal llamada de género- se aprobó en diciembre de 2004 y su resultado no ha sido positivo. Tenemos oficialmente más de 100 asesinadas cada año. Hay una denuncia por violación cada 5 horas y a esto hay que sumar las que no se presentan. Tenemos 150.000 denuncias por malos tratos cada año. Y esta ley inútil no se ha querido modificar.
P: Usted también es abolicionista de la prostitución…
R: Es una lacra social que se ha extendido durante toda la Historia. En Suecia, Islandia o Dinamarca está prohibida. Pero bueno, el lobby prostituidor es muy fuerte y pugna contra la abolición. También influye que estos de Podemos se hayan descolgado y hayan pedido la legalización. Es decir, que se legalice la explotación sexual, la esclavitud, la violación… es algo indigno.
Podemos se ha descolgado y ha pedido la legalización. Es decir, que se legalice la explotación sexual, la esclavitud, la violación… es algo indigno.
P: Y los vientres de alquiler…
R: Fabricar niños en la barriga de una mujer pobre. Que siempre es pobre. Seguro que Ana Patricia Botín no se pone a parir para regalarle el niño a una pareja. Esto es un negocio y hay agencias que lo promueven. A Ciudadanos y a otros sinvergüenzas de partidos les parece bien. Por otra parte, quisiera también poner el foco sobre la pornografía, donde se ven mujeres maltratadas, humilladas, atadas o violadas. Y esto lo ven niños de 12 años. Y bueno, lo más importante del 8-M sigue siendo la desigualdad económica, que no se nos olvide.
P: Resulta curioso que se hable antes del resto de causas que de las económicas…
R: Es que ese debate está en un sustrato inferior ahora y eso es por la actitud de esta nueva izquierda. ¿Dónde están los sindicatos? ¿Tú los has visto? Pero si es que se las han colado por todos los lados. O se las han dejado colar. Es que ahora se puede despedir a un trabajador enfermo o a una mujer embarazada. ¿Escuchas lo que digo? Eso es terrible y los sindicatos no hacen nada. Esto con el ‘franquismo’ no pasaba; y te lo digo yo, que estuve 25 años de abogada laboralista en aquella época terrible. Se hundió la Unión Soviética y ya no tenemos ningún referente. ¡A disfrutar del capital liberal!
P: Hoy las empresas se visten de morado el 8-M…
R: Bueno, es que asistimos a una banalización de todas las luchas. En eso ha derivado la aceptación del posmodernismo. Ya no se considera correcto el análisis materialista de la realidad. Todo es fantasía en la sociedad del espectáculo. Mientras, el capital gana dinero, sube y baja la bolsa; se lleva las empresas a Filipinas y nos distrae con coros y danzas. Mira, estoy escribiendo un libro sobre la filosofía del engaño del capital. Hace performance mientras desahucia a gente.
P: ¿Y qué pinta la izquierda aquí? Yo veo a las ministras del PSOE y Podemos en estas performance…
R: La izquierda se ha hundido. El filósofo Carlos París decía que estaba presa del síndrome de Estocolmo. Cuando se hundió el proyecto socialista de la Unión Soviética, se impuso el pensamiento capitalista, que es el que dice que el esfuerzo te puede llevar a ser presidente de Estados Unidos. En cambio, el que no gana dinero y es pobre es porque es vago. Y si a las mujeres les pegan es porque quieren y son tontas; y se enamoran del maltratador. Y si uno es drogadicto es porque es un desecho. Ésta es la ideología capitalista normal. Nos la cuela por todos lados. Ahora llama emprendedores a los que tienen un ordenador o una bicicleta; y trabajan para una empresa en precario. Ésta es la libertad.
P: ¿Está el feminismo secuestrado por el movimiento morado del 8-M?
R: Bueno, el feminismo ha resistido bien los golpes que ha sufrido y sigue vivo. Ahora bien, hay gente que confunde lo que es el feminismo con cosas que no lo soy. Y la Ley Trans, la legalización de la prostitución y demás, eso no es feminismo. Ahora bien, el feminismo necesita un empuje para tener influencia política; ahora, este movimiento cultural está en la marginalidad y no tiene influencia en el Gobierno.
P: Son cuatro décadas dedicada a la defensa del feminismo las suyas, pero ahora parecería que es una apestada. Incluso se ha encontrado con denuncias por delitos de odio por sus opiniones sobre la ‘Ley Trans’…
R: Ah sí (ríe). Me he pasado todo el año lidiando con este asunto. Ahora es que parece que sólo los transexuales tienen derechos constitucionales y, como los critiques, acabas siendo objeto de las acciones de la Fiscalía contra los delitos de odio. Delitos de odio regulados en el Código Penal en 2015 por el Partido Popular. La izquierda lo criticó entonces, pero ahora lo utiliza a su favor. Y estos son delitos políticos, ojo. Esto se parece muchísimo a la censura franquista.
Parece que sólo los transexuales tienen derechos constitucionales y, como los critiques, acabas siendo objeto de las acciones de la Fiscalía contra los delitos de odio
P: Todo esto llegó en el contexto en el que usted se opuso frontalmente a la ‘Ley Trans’…
R: En mi caso, hay un ingrediente especial. Primero, presentó la denuncia la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales. Teniendo en cuenta que el tipejo que la dirige está en Sevilla, se fue a Barcelona a presentar la denuncia ante la Fiscalía. Cuando la Fiscalía la recibe, no hace nada. El caso es que hace unos meses yo hago una entrevista en la que digo que el movimiento homosexual lleva muchos siglos defendiendo las relaciones con menores. También los heterosexuales, ¿eh? Desde el ‘banquete de Platón’ hasta ahora existe ese debate. Bueno…entonces, ese colectivo homosexual me denuncia y se suma la Dirección General de Servicios Sociales de la Generalitat. Y aquí entra el ingrediente especial contra mí porque ya sabes que yo estoy en contra de la deriva independentista del Gobierno. Ahí es cuando la Fiscalía se pone definitivamente en marcha y me citan a declarar.
P: Momento complicado…
R: Bueno, yo fui y me puse como una mona rabiosa. Chillé todo lo que pude a la Fiscal. Luego, la Fiscal pidió el archivo de las dos denuncias, al alegar que estaba haciendo uso de mi libertad de expresión. Y, bueno, entre medias, al Partido Feminista nos echaron de Izquierda Unida, aunque no nos hemos ido. Hemos presentado un recurso judicial. Y, además, me echaron del diario Público, donde escribía desde hace 15 años. Ah…y nos cerraron las cuentas de Twitter del Partido Feminista.
P: El autoritarismo…
R: Es la dictadura de los trans…
P: ¿Cómo hay que tratar legalmente el tema trans?
R: Pues mira, tenemos la ley de 2007, la de transexualidad, que les protege. Fíjate, incluso dice que, dependiendo del caso, los menores pueden solicitar el cambio de sexo, aunque siguiendo unos trámites, que son un tratamiento psicológico, uno psiquiátrico, uno endocrino; y teniendo un período de reflexión de dos años. Luego, se pueden producir las cirugías correspondientes y el cambio de los documentos. Pero ahora quieren más: ahora quieren eludir la cirugía o la hormonación. Ahora quieren que si a ti, de repente, se te ocurre ser una mujer, puedas ir al Registro Civil y pedir el cambio de identidad. Hace poco vi por la televisión a un tipo con unas barbas que dijo: “Yo me llamo Rosa García y tú me tienes que hablar a mí en femenino”. A partir de aquí, yo, que soy idiota, tengo que decir: “Ay, sí, qué mona eres”.
P: Usted ha sido crítica con el tema de los menores…
R: Es que ha habido casos sangrantes, como el del niño de Extremadura que llevaron disfrazado de niña al Parlamento autonómico. Iba con un vestidito que parecía del siglo XIX. Entonces, se puso allí y leyó un discursito que le escribiría un adulto, en el que decía que era feliz siendo una niña. Y lo llevó allí su mamá, que tenía que estar en la cárcel. Pues bueno, la respuesta de los diputados fue la de llorar de emoción. ¡Y el niño tenía 8 años! Al año siguiente le cambiaron el DNI.
P: Sucede hoy en día, sí…
R: ¿Y tú crees que esto es una sociedad civilizada o una sociedad demente? Bueno, pues a partir de aquí, el niño puede pedir que le bloqueen las hormonas para que le transformen el cuerpo; después podrá castrarse… Es que en Reino Unido ha habido a una niña a la que, con 16 años, le hicieron una mastectomía doble. En otras palabras: la mutilaron. Después, la pobre maduró, se dio cuenta del alcance y presentó una demanda contra los médicos que se lo hicieron.
P: ¿Cómo cree que escribiría Valle-Inclán sobre estos tiempos?
R: Buen ejemplo, esto es el esperpento. Ellos son la secta mutante y lo puedes escribir así porque no me importa. Mutante no es un insulto, ojo, lo dice la Real Academia Española de la Lengua. Eso sí, son una secta con poder gracias al apoyo de las farmacéuticas y de las clínicas de transformación de sexo. Aquí ellos no son los perseguidos: la perseguida soy yo.
P: Son tratamientos médicos duraderos los que reciben. ¿Se ha omitido el debate sobre los efectos secundarios?
R: Pues también. El Servicio de Salud Británico, por fin, después de 10 años, ha hecho un informe sobre una clínica que había estado hormonando niños. El documento dice que ha convertido en enfermos crónicos a niños sanos.
El Servicio de Salud Británico, por fin, después de 10 años, ha hecho un informe sobre una clínica que había estado hormonando niños. El documento dice que ha convertido en enfermos crónicos a niños sanos.
P: ¿Quieren reinventar algo tan antiguo como la transexualidad?
R: Pero si es que los dramaturgos griegos ya ideaban personajes que eran travestis y los aceptaban más o menos. Pero esto es parte del lobby. Mira, en esa clínica londinense que te decía subieron los tratamientos en un 4.000% en unos años. ¿Recuerdas tú cuando tenías 10 años? ¿A que todo te influía? ¿A que tus amigos eran los mejores? ¿Qué les pasa a los niños que quieren el cambio de sexo? ¿Se averigua lo que sucede en su casa o se les pone automáticamente el tratamiento?
P: Le repito la pregunta de antes: ¿ha perdido la izquierda el norte? Ya no habla de economía, sino de estos temas…
R: Leía el otro día un artículo en El País, de un profesor de la Universidad Carlos III, en el que hablaba de “el viejo obrerismo” y lo decía con un desprecio absoluto a las viejas reivindicaciones económicas. Ahora es todo diversidad sexual, parece que no importa otra cosa.
P: Ya no hay pobres…
R: Ya no hay. Sólo que cada vez hay más. Y colas del hombre y desigualdad. ¿Qué es lo nuevo? El discurso de esta izquierda, con el que nos quieren engañar. Hay madres con los hijos pequeños en la calle, pero el obrerismo es algo viejo. ¡Venga ya! Estamos más cerca que nunca del siglo XIX y lo quieren centrar todo en la diversidad.
P: Es el discurso imperante en el ministerio de Irene Montero…
R: Es la cruz que tenemos ahora encima. Podemos es el fenómeno populista que nos ha caído encima y la gente se lo ha creído. Ha perdido mucho en las elecciones, pero a Irene Montero le han sentado en un sillón. Y es una muchacha incapaz. Una muchacha de barrio que sólo sabe hacer performance. La he visto en varios cortos que me han enviado, con sus amigas…en fin, todo se ha degradado tanto… Los políticos de algún siglo tenían otra talla, otra formación, otro criterio…Estos no. Cualquier ocurrencia la transforman en ley.
A Irene Montero le han sentado en un sillón. Y es una muchacha incapaz. Una muchacha de barrio que sólo sabe hacer performance.
P: El tema de los transexuales se ha convertido en su principal caballo de batalla…
R: Me gustaría saber qué opina la Iglesia Católica de todo esto. Es que estamos ante el fenómeno de las almas errantes. Las almas que han nacido en un cuerpo equivocado y buscan desesperadamente el correcto. Nosotros de pequeños nos hacíamos preguntas escolásticas sobre cuántos ángeles cabían en la punta de un alquiler. Ahora, toca esto.
P: Me ha recordado usted a la película de El Exorcista…
R: Es lo de las almas que se equivocan de cuerpo. Es increíble.