Solo en el mes de junio, las exportaciones fueron de 21,8 millones de euros, una cifra que contrasta de forma abultada con la del mismo mes en 2021, cuando las ventas fueron de 174 millones de euros.

La culpa: la traición de Sánchez con el Sahara

Hace un año, la entrega unilateral del Sáhara a Marruecos desembocó en una crisis diplomática con Argelia que todavía no ha encontrado solución ni mucho menos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladó en una carta al rey de Marruecos, Mohamed VI, su apoyo a la autonomía del Sáhara Occidental y, tras ello, Argelia suspendió el tratado de buena vecindad e impulsó el bloqueo de las operaciones de comercio exterior en España- además de impulsar de manera no oficial la inmigración ilegal a España.

Tradicionalmente, España compra a Argelia productos energéticos, sobre todo, gas e hidrocarburos. Nuestro país exporta papel, materiales cerámicos y productos agroalimentarios. Por ello, la balanza comercial siempre ha estado del lado de Argelia, y más, tras el encarecimiento de la energía. De hecho, aunque las importaciones también se han resentido, lo han hecho en menor medida que las ventas españolas.

Entre enero y junio de este año, España compró a Argelia por valor de 3.458 millones de euros. Una cifra que es inferior a la del mismo periodo del pasado año, cuando los productos energéticos batían récords de precio, pero que sigue por encima de los 1.874 millones de euros que costaron las importaciones argelinas en 2021.

Lo sucedido con Argelia contrasta con la radiografía general del comercio exterior en España. En el primer semestre, las exportaciones españolas de bienes se incrementaron un 4,7% respecto al mismo periodo de 2022 hasta alcanzar los 199.951,2 millones de euros, mientras que las importaciones descendieron un 2,9% interanual hasta los 216.371,6 millones de euros.

(Con información de El Independiente)