«La pandemia ha sido desinformación y miedo. Cuando uno está bien informado, el miedo desaparece»: Dr. de Benito

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El Dr. Benito de Benito es uno de los principales médicos que ha cuestionado numerosas cosas de cómo se ha afrontado el Covid. Es colaborador en foros médicos de radio y televisión y en las redes sociales; autor de publicaciones científicas y de un blog médico que cuenta con más de 20.000 visitas al mes. Es autor del libro «Coronavirus, tras la vacuna».

Por su interés reproducimos fragmentos de la entrevista realizada por Santiago Díaz Barba para Diario 16

¿Cómo calificarías estos tres años que se han quedado atrás?, ¿Cuál ha sido tu impresión?

Emocionantes. Ha sido un espectáculo increíble que ha puesto en evidencia el comportamiento de la masa social y de los individuos en particular. Ha sido una crisis en la que se ha desarrollado un experimento social extraordinario donde se ha propiciado que afloren las personas que saben serlo. Los seres humanos, como masa social, tenemos un comportamiento predecible y los expertos en sociología, en control de medios de comunicación, han desarrollado un magnífico trabajo de lavado de cerebro a través de la desinformación y generación de miedo irracional. Las crisis son, precisamente, para poner a prueba a quienes saben desmarcarse de ese control que se ha ejercido sobre la población.

¿Cuándo empezaste a ver que algo no encajaba?

Quizás a finales de mayo de 2020, cuando empezaban a tener un tiempo de descanso entre paciente y paciente. Ya, durante el mes de abril, había tomado algunas notas durante las guardias en el Hotel Euroforum, sobre la situación tan surrealista que vivíamos. Pero cuando acabado el trajín el gobierno, se empeñaba en mantener el circo, no tuve muchas dudas de que algo había detrás de tanto miedo.

¿Llegaste a dudar en algún momento sobre la veracidad o falsedad de este virus?

Durante el periodo crítico de atención a los pacientes no dudé de que se trataba de un cuadro viral, algo infeccioso tipo gripe, pero diferente. Una vez superado el momento de presión asistencial, no me preocupé en saber si había sido un virus o alguna otra causa, lo daba por pasado. Las dudas sobre la veracidad o falsedad de ese virus, como dices, surgieron tras debatir con diferentes virólogos en agosto y septiembre. Ahí pude ver que ni ellos lo tenían claro. Así que, si los más expertos no sabían, yo simplemente dejé mi opinión en suspenso.

Se han escuchado muchas posturas y teorías sobre el contagio de los virus. Algunos científicos afirman que la teoría del contagio no existe.

Yo no tengo ninguna duda en la teoría del contagio. Lo tengo clarísimo. Si por teoría del contagio podemos decir que un microbio pasa de una persona que lo tiene a otra que no lo tiene, basta con tener niños y ver las oleadas de piojos. Por supuesto que existe el contagio: de ladillas, de herpes, de sífilis, de gonorrea, de hepatitis, de varicela… El intercambio de gérmenes entre individuos es un hecho indiscutible. Donde podemos establecer debate es acerca de la patogenia, de la fisiopatología, es decir, de si los gérmenes causan tan o cual problema.

¿Qué piensas sobre la posibilidad de la modificación del código deontológico de la medicina? ¿Lo ves posible?

El Código de Deontología Médica es un documento que regula el modo de comportarse, la honestidad de la actuación médica frente a los demás miembros de la sociedad, tanto pacientes como médicos. A lo largo de su historia ha sido objeto de sucesivas modificaciones, adaptándolo a la situación evolutiva de la sociedad. Por tanto, es un texto dinámico que se actualiza con el tiempo. El problema al que ahora nos enfrentamos respecto a las modificaciones que pretenden hacerse, desde mi punto de vista es muy diferente. Sin conocerlas de manera oficial (pese a que he reclamado que me remitan el nuevo código y no hay manera, y eso ya es sospechoso) parece que atañen al aumento del poder sancionador del Colegio ante los médicos que tengan una opinión diferente de lo que dicen los organismos nacionales y supranacionales respecto a la salud. Hasta ahora, el médico ha sido y es la máxima autoridad a la hora de prescribir los tratamientos para sus pacientes. Con las modificaciones que se desean hacer, es probable que el médico se convierta en simple lacayo de la OMS. Además, en esas reformas, dejaría de operar la Ley de Autonomía del Paciente en la que se refleja tanto su derecho a ser informado como a su libertad para aceptar o rechazar el tratamiento o pruebas diagnósticas que el médico le prescribe.

¿Dejarías tu trabajo como médico en el hospital, o seguirías haciéndolo por tu cuenta de una manera libre y sincera con tus pacientes?

Si una reforma de tal envergadura se acepta, evidentemente ese código chocaría frontalmente con la ley natural y el respeto a la libertad del paciente y la autoridad del médico. Hasta ahora los Colegios siempre han defendido este binomio: autonomía para el médico y libertad para el paciente. Entre ambos debe fluir una información inteligible y veraz que es lo que permite mantener la confianza. Si el entorno laboral no lo permite, eso ya no es medicina.

Si tuvieras que catalogar esa pandemia con una o dos palabras ¿cuál o cuáles serían?

Desinformación y miedo, sin duda. Porque cuando uno está bien informado, el miedo desaparece.

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