Desde hace varias décadas estamos viendo cómo los nacimientos van decreciendo y si la población estuvo subiendo fue debido a los migrantes, especialmente los hispanoamericanos. La tasa de natalidad en los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) del año 2021 se situó en un 7,12 por cada mil habitantes, por debajo de otros países de nuestro entorno. El índice de fecundidad bajó con relación a la prepandemia (2019) del 1,2 al 1,19 en 2021, lo que supone 337.380 nacimientos. En ese año hubo 450.744 defunciones (231.410 hombres y 219.334 mujeres), lo que nos da 113.364 muertes más que nacimientos. Las proyecciones que el INE tiene no son halagüeñas. Con todos los datos acumulados de décadas anteriores se hizo una proyección de 2012-2052; hasta la primera fecha hubo una pérdida 4,6 millones de habitantes (el 10 %), lo que los lleva a concluir que la población en 2052 será de 41,6 millones. Actualmente, a 1 de enero de 2022, es de 47.435.597 habitantes, según el Avance de la Estadística del Padrón Continuo, más o menos unos 6 millones menos para 2052.
Con estas cifras y las perspectivas de paro y envejecimiento de la población, el panorama no es nada halagüeño. Citando las mismas fuentes “en el año 2021 el número neto de españoles se ha reducido en 21.920 personas (un –0,1%), mientras que el de extranjeros ha aumentado en 72.410 (un 1,3%). Entre estos últimos, los pertenecientes a la Unión Europea (UE) crecen en 13.400 (un 0,8%) y los no comunitarios en 59.010 personas (un 1,5%). La cifra de españoles inscritos en el padrón se mantiene por debajo de los 42 millones, y el número de extranjeros supera los 5,5 millones.
No pierdo la esperanza, no creo que lleguemos a la España vaciada. Cierto que la configuración de los habitantes habrá cambiado, con el bajo porcentaje de natalidad que tenemos, nuestros descendientes tienen que mezclarse con los migrantes. También espero que en los próximos años tengamos cambios efectivos que protejan la conciliación trabajo y tener hijos. Curiosamente hace pocos días una noticia me llamó la atención: en dos ciudades, Vigo y Ourense, hay más perros que niños. Supongo que también sucede en otras ciudades, y no estoy contra las mascotas, que son buenas y ayudan mucho.
Jacinto Seara | Científico y Escritor