Opinión

La mujer perseguida por el feminismo | Alicia Beatriz Montes Ferrer

La mujer, encierra en sí un genio que están intentando anular, ella es la gran perseguida por las propias feministas, que engañadas unas, hipócritas otras, se lanzan piedras sobre su propio tejado. Y lo hacen, porque nosotras, las mujeres, tenemos las llaves de la vida, vida que quieren destruir las corrientes ideológicas que apoyan las feministas, utilizadas por las élites que les mienten cuando les dicen que lo hacen por defender los derechos de la mujer.

Mentiras que caen por sí solas porque nunca habrá defensa de derechos humanos sin respeto a su dignidad. Nunca se podrá defender ningún derecho de la mujer si no se tiene en cuenta como prioritaria su maternidad. La mujer es la gran perseguida por las feministas porque tiene la fábrica de la vida, este don precioso de Dios.

La sociedad arrastra a abrazar una vida alejada de responsabilidades, de cargas familiares, una vida egoísta y placentera, al fin y al cabo. Las nuevas generaciones crecen convencidas de que lo primero es el éxito laboral, y los hijos, si vienen, cuanto más tarde mejor. Sueños volátiles que caerán cuando se encuentren con la dura realidad de una vida, quizás exitosa, pero vacía y solitaria.

Porque querido lector, cuando la vida gira entorno a uno mismo sin ser capaz de darse por amor a unos hijos, el mayor tesoro que podamos tener, sin esa capacidad de entregarse al otro, tan solo puede llevar a una sociedad habitada por individuos que envejecen y mueren sepultados en sus propios egoísmos. Lo afirmó claramente el Papa Francisco en la exhortación Amoris Laetitia[1]: las madres son el antídoto más fuerte ante la difusión del individualismo egoísta… saben testimoniar siempre, incluso en los peores momentos, la ternura, la entrega, la fuerza moral”.

Hace unas décadas las familias estaban formadas por muchos más hijos que las actuales, solía haber un solo sueldo y era frecuente que hubiera que apretarse el cinturón. Pero, eran familias fuertes, felices y unidas. Ahora, las mujeres tienen un promedio de 1´16 hijos[2], muchas viven solas, por decisión o por divorcios. Supuestamente ahora son más libres, alcanzan su realización personal como han elegido, sin embargo, ¿a qué se debe el aumento de depresiones graves y tristeza extrema en las mujeres este pasado año[3]?.

La maternidad, ese don precioso de Dios, es perseguida por el feminismo. A nosotros nos queda la responsabilidad de, no solo defender esta verdadera dignidad de la mujer que la hace ser plenamente lo que ella es, a lo que está llamada desde lo alto, sino a preparar a nuestros hijos para que descubran la belleza de la vida y caigan presos en estos engaños.

Un saludo y hasta la próxima cita:

Alicia Beatriz Montes Ferrer | Casada, madre de 6 hijos, máster en Ciencias de la Familia, maestra de religión católica