Desde que estalló la burbuja en 2008, se han eliminado un tercio de los terminales, hasta poco más de 43.000
El proceso de eliminación del dinero en efectivo en España tal como quieren las élites avanza silenciosamente pero con paso firme. Mientras los ciudadanos apenas perciben los efectos inmediatos, el globalismo financiero sigue imponiendo su hoja de ruta: el euro digital está en marcha, y los cajeros automáticos desaparecen progresivamente. Todo con la complicidad de la gran banca y el respaldo silencioso de las instituciones supranacionales.
Un parque de cajeros en caída libre: vuelven los niveles del año 2000
Según los últimos datos del Banco de España, recogidos por ABC y la Bandera, el número de cajeros automáticos ha caído a 43.172 terminales, el nivel más bajo en 25 años. Desde el estallido de la burbuja económica en 2008, el país ha perdido un tercio de sus cajeros. Solo en el último año, se han cerrado cerca de 100 terminales, casi un 1% del total.
La tendencia es clara: donde antes había disponibilidad y acceso, ahora hay obstáculos. La banca no solo está reduciendo cajeros, también oficinas. Y la justificación oficial —menor uso del efectivo— esconde un propósito ideológico: avanzar hacia una economía digital completamente controlada, eliminando gradualmente la libertad que otorga el efectivo.
Un objetivo común: imponer el euro digital y eliminar el efectivo
Cada cajero que se clausura es un paso más hacia el control total del dinero. En nombre de la “modernización”, se promueve una transición digital que limita la privacidad, aumenta la vigilancia y reduce la soberanía económica individual. Este es el verdadero rostro de la Agenda 2030 aplicada al sistema bancario: un modelo que restringe la capacidad del ciudadano de disponer de su propio dinero sin mediación tecnológica.
La realidad es que el euro digital —una divisa controlada directamente por el Banco Central Europeo— está más cerca de lo que muchos imaginan. Y para su implantación, es necesario primero eliminar el efectivo como alternativa viable.
Los cajeros siguen siendo necesarios… y cada vez más escasos
Pese a la narrativa dominante, los cajeros automáticos siguen cumpliendo funciones esenciales: retirar dinero, autorizar pagos, consultar movimientos, hacer transferencias, liquidar recibos… Su desaparición afecta especialmente a las zonas rurales, donde las sucursales también han sido cerradas sin contemplaciones. Encontrar un cajero en muchas localidades es ya una tarea imposible.
Desde el máximo histórico en 2008, con cerca de 62.000 cajeros, la red ha caído en picado. En solo ocho años, se perdieron más de 12.000 terminales. Y aunque entre 2016 y 2020 se intentó recuperar algo del terreno perdido, la pandemia sirvió de excusa para intensificar el proceso de cierre.
El efectivo sigue siendo mayoritario… por ahora
A pesar del bombardeo propagandístico en favor de los pagos digitales, el efectivo sigue siendo el medio de pago más usado en España. Según el Estudio del Banco de España sobre hábitos de uso del efectivo (2024), el 57% de los ciudadanos sigue pagando diariamente con efectivo, aunque esta cifra ha descendido 8 puntos respecto a 2023.
El mismo estudio revela que el 59% de la población lo considera su principal forma de pago, frente a un 13% que usa móviles y un porcentaje estable en tarjetas. Esto desmonta el relato de que el dinero físico ha sido “superado” por lo digital. No es una evolución natural, es una imposición artificial.
Desinformación y opacidad: los bancos no actualizan los datos
Como si no bastara con el cierre masivo, muchas entidades financieras ni siquiera mantienen actualizada la información sobre sus redes de cajeros. Localizar un terminal operativo en buscadores oficiales es una odisea. Esta negligencia no es casual. Cuanto más difícil se hace acceder al efectivo, más se fuerza al ciudadano a recurrir a soluciones digitales.
Una transición impuesta, no demandada
La banca está al servicio de un proyecto globalista que busca eliminar el efectivo, imponer una moneda digital centralizada y aumentar el control sobre los ciudadanos. Esta no es una mejora del sistema: es una regresión en derechos y libertades económicas.
No podemos permitir que esta transformación se complete sin resistencia. Defender el dinero en efectivo es defender la soberanía del individuo frente al control absoluto del Estado y del poder financiero global.
1 comentario en «La banca española al servicio del globalismo: continúa con el cierre de cajeros y retrocede a niveles del año 2000»
Lo de la banca actual es de rompe y rasga. Siempre se ha caracterizado la banca, en general, por buscar sus intereses, en sentido real, y no los de sus clientes. Tanto es así que hasta han sido capaces romper la parábola de los talentos: ya no se le puede decir al que sólo recibió un talento, «¿por qué no se los entregaste al banco para que, al menos, te lo devolviera con sus intereses».
Todo es hacer caja y ahora, efectivamente, al servicio del globalismo y las Agendas manipuladoras del pueblo, ya no tienen cajeros, hay problemas para sacar dinero en caja porque «hay que pedir cita previa», etc. Todo es poner problemas a los que son clientes y llevarles, como rebaño ovejunado, a lo que ellos quieren. Se consiguió que la mayoría de los bancos quitaran lo de la caja hasta las 11 horas, ahora se busca por otros medios. Y la población está indefensa ante todo esto. El lema banquero de hoy: cobra más, da menos servicios, no pagues o paga poco por el dinero y hazles entrar por el aro, ¡ah! y eso sí, invierte en marketing para engañarles con eslóganes y fotos. Y ahí estamos, como digo, indefensos.