¿En manos de quien nos ponen? | José Antonio Ruiz de la Hermosa

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La noticia de portada en este fin de semana, que ha desplazado: A la Guerra, a la gasolina, a las huelgas, al desabastecimiento, y a otras muchas, que curiosamente no conoce el pueblo a través de los medios de comunicación, ha sido en definitiva la enésima refundación del partido del quiero y no puedo. Y quizás, del puedo, no quiero y sigo con mi hoja de ruta global.

Me gustaría comenzar desde el principio, pero queda lejos la creación del Mundo. No tan lejos la fundación de un partido político que, inicialmente, lo fue como una federación de siete asociaciones política, el 9 de octubre de 1976, dirigidas a su vez por siete ex ministros del Generalísimo Franco y que ya desde mucho antes de la muerte de este comenzaban a tomar posiciones frente al futuro de España. Esta federación de asociaciones políticas, en realidad un proto-partido, ya que llamarle partido político en ese momento no era quizás oportuno, mantuvo su nombre y sus siglas cuando la Ley de Partidos, que se creó oportunamente, y la oportunidad y deseos de quien formaba aquel conglomerado de ideas conservadoras, lo creyó oportuno.

Comandaban aquellas huestes, de indudable procedencia, pero sí, de dudosa fiabilidad en cuanto a su ideología real y objetivos últimos los siguientes padres de la Patria de una época política anterior. Cruz Martínez Esteruelas, Federico Silva Muñoz, Licinio de la Fuente, Laureano López Rodo, Enrique Thomas de Carranza, Gonzalo Fernández de la Mora y al mando de aquel cotarro Manuel Fraga Iribarne. Les unía en el pasado y, según todo el mundo social y político anterior, su acendrado espíritu católico. Estos políticos se presentaban, a la vez, como una continuación de lo mejor del nacional catolicismo y un avance hacia el progreso democrático de España y su integración en el orden europeo y mundial.

Si empezamos por lo de espíritu católico, podremos ver que ciertamente “la Obra” es quizás el punto de partida de los más de “misa y comunión diaria”, si hablamos de “nacional”, también ese escaparate era bueno, pero ¿se ajustaba la realidad a lo que nos querían vender? Personalmente lo dudo mucho, tuve la suerte o la desgracia, nunca lo sabré, de conocer de primera mano a aquellos personajes, no a todos, pero si a los más representativos. Los que me siguieron en radioya y ahora en Decisión Radio, saben que siempre antes de poner en su sitio a este personal, solicitó un cilicio y un látigo, para purgar mis pecados de juventud, que son ni más ni menos que haber militado en el partido que nació de aquellas asociaciones.

Conozco pues bien el paño, aunque en aquellos momentos postreros a la muerte de quien guió los designios de España casi cuarenta años, muchos jóvenes inexpertos y deseosos de servir a la Patria creímos a pies juntillas el mensaje que desde Alianza Popular se nos enviaba. Mensaje que se correspondía con: ética, moral, virtudes, trabajo, servicio, etc… Hoy muchos años después, aunque gracias a dios lo comprendí ya en aquellos tiempos, Alianza Popular que nació como partido el cinco de mayo de 1977, me acogió en su seno, mientras creí y trabajé por el bien del mismo y los objetivos a lograr. ¿Como? Pues dentro de un juvenil equipo, que con el único Senador de AP procedente del Parlamento Andaluz, se movía hacia adelante por el bien del mismo.

Pero aquello empezó a hacer aguas rápidamente. En un Congreso celebrado en Roquetas (Almería) los más aguerridos que procedían de Jaén, vimos claro la deriva y cuál era el futuro, pasaba este por Francisco Javier Arenas Bocanegra. La desbandada en los siguientes años, empezando por la exclusión de las listas y las direcciones en el Partido de gente como “mi senador” y todo su equipo. Y allí acabó la política para mí. Con un mal sabor de boca, pues el futuro de mis sueños se vio truncado por un grupo de supervivientes en la política y no por los estadistas que yo había esperado seguir.

Y con esos antecedentes, pasaron los años por mi desde la milicia. Cuando el retiro militar, me quitó la etiqueta de ciudadano de segunda clase sin libertades políticas, y se me permitió volver a opinar, decidí no volver al ruedo de la política, sino de la comunicación. Pero no piensen ustedes que he vivido ocioso de los sucesos nacionales e internacionales. Además, el estar fuera de la competición, permite ver los toros desde la barrera, no como ocio, sino como observador y aprendiz de lo que ves y no ves, más bien intuyes. Y a eso vamos.

Nunca hubiese aceptado en 1982 una mala crítica del Patrón, de Don Manuel; pero el paso del tiempo me permitió conocer que ya en vida de Franco, este señor era del club Bilderberg. Tampoco me hubiese importado, pero ese club, y el del Foro de Davos, no son lo que parecen o nos venden, sino que entre sus objetivos están la Agenda 2030 y 2050, es decir: “no tendrás nada, pero serás feliz”; La consecución de los objetivos de la ONU y la OMS de reducir la población mundial a 500 millones de habitantes; El Plan Kalergui con su destrucción de las razas como las conocemos y la implantación de un mestizaje universal, para un más fácil control de la población y para todo ello el “marcaje”, como si fuésemos reses de los habitantes del planeta, con la excusa de una Plandemia, la “Vacunación” y asignación de un pasaporte COVID, en definitiva lo que San Juan nos adelantó hace 2.000 años con el número de “la Bestia”.

Sí queridos lectores, el mundo da muchas vueltas y demasiadas sorpresas. En un momento dado yo empecé a seguir a determinados elementos, Feijóo por ejemplo, y este, era uno de ellos, pero su ocupación en cargos importantes, pero menores y sin futuro; como director del desaparecido Instituto Nacional de la Salud gracias a las trasferencias o como dirigente máximo de Correos, cuando se desamortizo de su mano, cual Mendizabal del siglo XXI, no auguraban nada importante en su futuro. Pero Álvarez Cascos, otro Guadiana de la política, le salvó del desastre y le ayudó a meterse nuevamente en su Galicia natal, en un puesto, no ya de futuro, pero sí de aquel presente. Luego el mal hacer de otros, cosas inesperadas, contubernios extraños, algunas amistades inconfesables, lo convirtieron en futurible y le llevó directamente a la presidencia de Galicia.

Y dirán qué tiene que ver este párrafo con el anterior. Pues la acción de conjunto de este caballerete durante la Plandemia e incluso antes. La co-oficialidad de español y gallego se ha convertido durante su mandato en una persecución de los hispanohablantes en Galicia. No hace muchas semanas que en uno de mis programas de “Victimas del Odio”, tratábamos de entrevistar a máximas, con a , dirigentes de Educación en esa Comunidad, que incluso se vanagloriaba de su amabilidad al responder a nuestras preguntas en ese idioma que no es el gallego. Incumpliendo así en esa comunidad, las medidas a favor del español del propio programa de su partido. Y ahí está IVOOX para comprobarlo.

Lo anterior ha llevado a que determinadas personas y colectivos le hayan llevado a los Tribunales de Justicia, sin gran éxito, pese a ello Feijóo ha afirmado que Galicia es una “nación sin Estado”, también dijo: “tengo mucho más que ver con un militante del BNG, que un militante del BNG con un militante de Bildu” (por si alguien no lo sabe, los separatistas del BNG son los socios gallegos de Bildu). Además el PP gallego regaló dos alcaldías al BNG en 2019 (sin que el tal Feijóo lo desautorizase) y que ha acusado a VOX de estar “en contra de Galicia”, un argumento calcado a los que usaba Quim Torra llamando anticatalanes a los que critican al separatismo.

En 2014 se aprobó en Galicia una ley de género (pactada con el PSOE y el BNG) que lesiona derechos fundamentales, que privilegia a los transexuales en los incentivos para la contratación y que apoya imponer la “perspectiva de género” en los planes de salud. De paso promovió una ley de salud que lesiona derechos fundamentales y se salta la Constitución y que ha impuesto en Galicia un pasaporte COVID de dudosa utilidad y que discrimina a los que no se han vacunado, a pesar de que la vacunación en España no es obligatoria (tal como recomendó la OMS). Se me olvidaba, durante la famosa Plandemia, quería meter a los no vacunados en “campos de concentración” y quedarse con sus propiedades, algo que el Tribunal Superior de Justicia Gallego impidió.

Para redondear y siguiendo el ejemplo de «Antonio» Sánchez, en 2020 se gastó 2 millones de euros en ayudas a medios para su particular chiringuito mediático, y cuyo canal público autonómico cuesta a los gallegos 121 millones de euros anuales.

Bueno pues este angelito es el nuevo líder católico y democrático, elegido unánimemente por el 98% de los compromisarios del PP, como en la República Democrática Alemana o en la Unión Soviética, para ser su guía hacia el futuro gobierno de coalición entre PP y PSOE. ¡Que Dios nos coja confesados y luego nos acoja en su seno! Y ahí, lo dejo…

Post Data: Dirán que se me olvidan “Bocanegra” o “Pons”, tranquilos que hay para todos en próximas semanas. También dirán ¿Qué porque les cuento mi vida? No es mi vida, es el hilo conductor para situar en el espacio tiempo a algunos mangantes

José Antonio Ruiz de la Hermosa | Escritor

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