Sánchez considera que los ciudadanos ya han asumido los acuerdos con la formación proetarra de Bildu y, por tanto, no hay que preocuparse. El socio que genera más preocupación es Junts
Para el PSOE, Bildu es un socio de izquierda, con una hoja de ruta similar, discreto y fiable
En el PSOE resaltan las virtudes de acordar con los proetarras de Bildu. Bildu es, ante todo, un partido leal que ha apoyado la mayoría de las iniciativas impulsadas por el pasado Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez. Y es que comparten la misma hoja de ruta. Los votos de Bildu son fundamentales para aprobar decenas de Proyectos de Ley promovidos por los socialistas.
Los objetivos de Sánchez y los socialistas en realidad están alineados con los separatistas, comunistas y proetarras. Es la misma hoja de ruta en los puntos esenciales. Y es que Pedro Sánchez está siguiendo una clara hoja de ruta: acabar con la monarquía, la democracia liberal y el Estado de Derecho e implantar una República federal -plurinacional-, socialista y atea aunque para ello tenga que destruir España. Y es por eso que los proetarras, sin excepción, aplauden a Sánchez: están llevando a cabo un plan propio proetarra. Ahora con Sánchez ven que ha llegado su momento. Y por eso le apoyan
Además, agradecen la ausencia de jaleo de puertas afuera: «No dan pataletas ni vacilan ni alimentan el ruido», analizan desde el PSOE. Bildu fue el primer partido en anunciar su apoyo a Sánchez en la misma noche electoral del pasado 23 de julio para evitar un Ejecutivo del Partido Popular con Vox.
El 23-J avaló los acuerdos
En el PSOE rechazan que haya coste electoral alguno por los acuerdos con Bildu. También argumentan que el 23-J supuso un aval a todos los acuerdos alcanzados con la formación vasca. «Acudimos a las urnas después de cuatro años de pactos y hemos podido reeditar un Gobierno, ya no hay preocupación», señalan. Un convencimiento que explica la naturalidad con la que Sánchez aceptó reunirse ante las cámaras con Mertxe Aizpurua, portavoz de Bildu en la Cámara Baja. La primera vez que el jefe del Ejecutivo se reunía con el partido proetarra.
El primer acuerdo: Navarra
El primer acuerdo con Bildu se dio en 2019, cuando la dirección del PSOE de Navarra quiso acordar con ellos la investidura de la socialista María Chivite y la cúpula del PSN consiguió cerrar el pacto que dio el gobierno navarro a los socialistas durante cuatro años.
La gran preocupación ya no se sitúa en Bildu. Los socialistas consideran que los ciudadanos ya han aceptado los acuerdos con la formación vasca, – e irán aceptando los siguientes-. Pero ahora toca encajar la nueva realidad con Junts. Una formación que rechazó la mayoría de las iniciativas del pasado Gobierno de coalición. Más allá de explicar la ley de amnistía, concedida a todos los encausados por el procès independentista catalán, el problema reside en la poca estabilidad del Ejecutivo, según explican fuentes socialistas.
La principal preocupación se ciñe ahora sobre la amnistía y la posición que ocupa Junts per Catalunya —nuevo socio fundamental para la legislatura—. Fuentes del grupo parlamentario del PSOE advierten de que la cautela es máxima y la confianza, mínima. Los votos del partido de Carles Puigdemont son imprescindibles para sacar adelante todas las iniciativas que el Gobierno pretenda aprobar en el Congreso de los Diputados.
(Con información de Confidencial Digital)
