Desde la moción de censura en 2018 en la que Sánchez llegó al poder, la región vasca ha recibido hasta 16 traspasos, muy por delante de Cataluña, que solo ha obtenido cuatro, según The Objective. Este año, el lehendakari Imanol Pradales y Sánchez acordaron transferir dos nuevas competencias: la gestión del litoral y la de cinematografía. Además, se prevé que antes de que termine el año, se hayan transferido otras cuatro competencias, con una veintena más en 2025, incluida la Seguridad Social.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, también ha cedido competencias de orden público en puertos y aeropuertos a la Ertzaintza, aunque garantizó que la Policía Nacional y la Guardia Civil continuarían ocupándose de extranjería, fronteras y fraude fiscal.
Estos traspasos se suman a otros ya materializados, como la gestión penitenciaria, el Ingreso Mínimo Vital (IMV), Cercanías, el transporte por carretera, y las prestaciones sanitarias del seguro escolar, entre otros.
En Cataluña, las negociaciones entre el Gobierno y la Generalidad continúan, con el traspaso de Rodalies, la competencia de becas y edificios públicos como temas prioritarios. Recientemente, se acordó que los Mossos de Esquadra se encarguen de la investigación de delitos ambientales, desplazando a la Guardia Civil.
Por otro lado, Navarra, a la que los proetarras de Bildu quieren anexionar a Vascongadas, ha recibido tres competencias: sanidad penitenciaria, IMV y tráfico, aunque esta última fue anulada por el Tribunal Supremo, lo que obligó a una modificación para blindar el traspaso.
Baleares y Canarias han recibido la gestión del litoral, aunque ambas comunidades han expresado su descontento, calificando la transferencia como incompleta. Recientemente, la Junta de Galicia y el Gobierno central acordaron transferir la gestión del litoral a Galicia, el primer traspaso que recibirá desde 2008.
Hacia una España plurinacional
Desde 1978 hasta 2024, ha habido un total de 2.017 traspasos a comunidades y ciudades autónomas, con Cataluña a la cabeza con 192 transferencias. Este proceso de descentralización e independencia de facto, que se ha acelerado bajo el mandato de Sánchez, está llevando a España hacia una fragmentación que pone en riesgo la unidad y soberanía nacional.
Este proceso, liderado por Sánchez, está desmantelando poco a poco la soberanía de España, consolidando un modelo rupturista de la unidad de España.
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