Ataque laicista y de odio a la Religión en Cataluña: el primer paso hacia la persecución
En Cataluña, los enemigos de la fe han activado su maquinaria. No toleran la presencia de la Religión católica ni en las aulas, ni en la vida pública. El último ataque procede de una moción impulsada por los comunistas separatistas de Cataluña en Común, parte de la coalición Sumar. Acusan a los colegios religiosos de «adoctrinar» por enseñar valores cristianos, por enseñar la religión católica. Y lo hacen con el apoyo de todos los partidos de izquierda y extrema izquierda, incluyendo al PSOE, que ha abandonado cualquier resquicio de respeto a la libertad religiosa.
Este acoso no es nuevo. Es sistemático. Pero ahora se agrava. Porque la izquierda quiere imponer una dictadura ideológica y anticatólica en la educación y borrar todo rastro del cristianismo. Lo que buscan no es neutralidad. Es expulsar a Dios de las aulas. Y tras las aulas, de las calles. Y tras las calles, de España.
La moción: ideología de odio disfrazada de legislación
La moción aprobada en el Parlamento catalán parte de un caso concreto: un colegio católico de Tarrasa ha decidido aumentar de una a dos horas semanales la asignatura de Religión. Además, organiza oraciones voluntarias con los alumnos en su capilla. Lo normal en un colegio católico, Solo la práctica de su ideario. Nada ilegal.
Sin embargo, para los socialistas y comunistas, esto es intolerable. Alegan que se trata de un “adoctrinamiento ultracatólico reaccionario”. Y con esa excusa aprueban una moción para estigmatizar a los centros religiosos y generar una falsa alarma social.
Los grupos que votaron a favor fueron: Cataluña en Común, PSOE, ERC, Junts y CUP. Todos unidos contra la Iglesia católica. Esta coalición destructora comparte un objetivo: borrar la fe de la vida pública y reemplazarla por el culto a sus ideologías totalitarias.
Acoso a las familias que defienden la Religión
Pero la ofensiva no se queda en las instituciones. La izquierda también actúa en los barrios, en los colegios públicos, en los ayuntamientos. El caso de Sant Cugat del Vallès es revelador.
Allí, la coordinadora local de Sumar ha iniciado una campaña de señalamiento contra un grupo de padres. ¿Su “pecado”? Haber elegido voluntariamente la asignatura de Religión para sus hijos en la escuela pública Collserola. Esta persecución pública atenta directamente contra la libertad de educación consagrada en la Constitución.
Esta izquierda no respeta a las familias. Tampoco respeta la libertad de los padres a formar a sus hijos según sus convicciones. Su modelo es único, obligatorio y dogmático: el de la ideología de género, el relativismo moral y el odio a la fe.
El Observatorio para la Libertad Religiosa, una voz firme ante el odio
Frente a esta situación alarmante, destaca la valiente labor del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC). El OLRC, con su presidenta, María García a la cabeza, ha alzado la voz contra este nuevo ataque. En palabras textuales:
«Estamos asistiendo a una campaña de desprestigio y presión institucional contra la asignatura de Religión y contra las familias que, ejerciendo un derecho constitucional, optan por esta formación para sus hijos. El respeto a la libertad religiosa y al derecho de los padres a educar según sus convicciones está blindado por el artículo 16 de la Constitución y por tratados internacionales. Exigimos al Parlamento catalán y a todos los responsables públicos que cesen las campañas de señalamiento y garanticen los derechos fundamentales de todos los ciudadanos, sin discriminación por motivos de fe”.
Estas palabras deberían escucharse en todos los medios. Pero el silencio mediático también es cómplice. Solo los medios independientes y comprometidos con la verdad y la libertad denuncian esta persecución.
El laicismo militante no es neutralidad, es guerra cultural
La presidenta del OLRC lo deja claro:
«En Cataluña, como en otras partes de España, llevamos años documentando campañas de laicismo beligerante y marginación de la Religión del ámbito público”.
Y añade:
«La aconfesionalidad del Estado no significa hostilidad hacia la Religión, sino respeto y garantía para los creyentes”.
Esta es la clave. El Estado no puede actuar como enemigo de la Religión. Debe ser neutral. Sin embargo, la izquierda ha cruzado esa línea. No quiere neutralidad. Quiere exclusión. Quiere que los cristianos desaparezcan de la escuela, del debate, de la historia.
Firma por la libertad religiosa: una acción concreta para defender nuestros derechos
Ante este panorama, el Observatorio para la Libertad Religiosa ha iniciado una campaña de recogida de firmas. Su objetivo es claro: exigir al Parlamento catalán que respete la libertad de enseñanza y la asignatura de Religión.
Cualquier ciudadano puede firmar en la siguiente página oficial:
https://libertadreligiosa.es/peticion/respeto-a-la-libertad-religiosa-y-educativa-en-cataluna
Es un deber moral. La libertad no se defiende sola. Si no actuamos ahora, mañana nuestros hijos no podrán aprender lo que nosotros recibimos: la fe, la verdad, el bien.
Quieren imponer una escuela sin Dios, una sociedad sin alma, una España sin raíces. Pero no lo permitiremos. Defender la Religión católica, la familia, la educación libre y la unidad de España no es una opción. Es una obligación moral y patriótica.. Hoy, el paso es firmar, denunciar y resistir.