Según revela El Mundo, el gobierno de España pretende imponer la ideología de género incluso en Matemáticas. El nuevo currículo menciona más veces la palabra «género» que las sumas o restas y aboga por imprimir un «sentido socioemocional» a las Matemáticas.
El gobierno social-comunista de España pretende imponer la ideología de género en el nuevo currículo que debe renovar conforme a la LOMLOE, incluso en la asignatura de matemáticas.
La obsesión del Gobierno con la llamada perspectiva de género alcanza ya a la enseñanza de Matemáticas en los colegios. Según avanza el diario El Mundo, el nuevo currículo de la asignatura para la etapa de Primaria impone un «sentido socioemocional» para «combatir actitudes negativas» hacia esta materia y «erradicar ideas preconcebidas con el género» con el fin de «fomentar el bienestar del alumno y el interés por esta disciplina».
El texto, que detalla lo que tienen que aprender los 2,9 millones de niños de entre seis y 12 años escolarizados en esta etapa, dice que «resolver problemas matemáticos debe ser una tarea gratificante».
El Ministerio de Educación aborda esta reforma tras asumir la tesis de la OCDE, que atribuye la falta de interés entre las mujeres por las llamadas carreras STEM -ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas- a la poca confianza que tienen las niñas en sí mismas respecto a su dominio de las Matemáticas. En este sentido, cabe destacar la baja puntuación de las alumnas en pruebas como TIMSS (Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias): hasta 15 puntos menos que los niños.
El sentido «socioemocional»
Hasta ahora, el currículo de Matemáticas contemplaba entre los saberes básicos de las matemáticas el sentido numérico, el de la medida, el espacial, el algebraico y computacional y el estocástico (la interpretación de datos). Ahora, el departamento que dirige la nueva ministra Pilar Alegría añade uno más: el «sentido socioemocional».
Según explica El Mundo, este apartado busca desarrollar «destrezas personales» para «reconocer las fuentes de estrés, mantener una actitud positiva, ser perseverante y pensar de forma crítica y creativa». En esta línea, el nuevo currículo asegura que «la adquisición de destrezas emocionales dentro del aprendizaje de las Matemáticas fomenta el bienestar del alumnado y el interés por la disciplina y la motivación por las Matemáticas desde una perspectiva de género, a la vez que desarrolla la resiliencia y una actitud proactiva ante nuevos retos matemáticos, al entender el error como una oportunidad de aprendizaje y la variedad de emociones como una ocasión para crecer de manera personal».
La contribución de las mujeres
Entre las actividades que se plantean, se destaca como «esencial» dar a conocer al alumnado las contribuciones de las mujeres a las Matemáticas a lo largo de la Historia. Una perspectiva de género que estará presente en el primer ciclo de Primaria (entre los seis y los ocho años), en el tercero (entre los 10 y los 12 años), así como en otras asignaturas como la Educación Artística -a través del «estudio de producciones creadas y ejecutadas por mujeres»- o la Educación Física, donde se propone divulgar las «distintas ligas femeninas, masculinas o mixtas» y ofrecer «referentes de distintos géneros».
Por otro lado, el currículo también establece que en el segundo ciclo (entre los ocho y los 10 años) las tutorías de orientación académica y profesional deberán incluir «el progresivo descubrimiento de las profesiones y la generación de intereses vocacionales libres de estereotipos sexistas», con el objetivo de fomentar que las niñas quieran ser ingenieras y los niños, maestros.
Todas estas novedades se enmarcan dentro del modelo competencial que defiende el Ministerio, donde pierden peso los contenidos «memorísticos» y lo ganan las «destrezas», así como la educación en la igualdad entre hombres y mujeres, en diversidad, en ecologismo y derechos humanos.
El género, por encima de los conocimientos
Según El Mundo, las actitudes se ponen por delante de la instrucción académica en el texto, de forma que la palabra «género» aparece en el currículo de Matemáticas más veces que las sumas o las restas. En Lengua Extranjera, no se detallan los tiempos verbales, las conjunciones o los adverbios que los alumnos tienen que saber (sí se hace en el currículo actual), sino que se habla de «autoconfianza», «empatía», «interculturalidad» o «valores ecosociales y democráticos».
También se refleja este cambio en los objetivos de Primaria, donde, antes que las competencias lingüísticas, matemáticas o científicas, se fija como objetivo «aprender a obrar de acuerdo a las normas de convivencia de forma empática» o «adquirir habilidades para la resolución pacífica de conflictos».
Asimismo, se habla del «desarrollo máximo de las potencialidades en todo el alumnado desde una perspectiva inclusiva» o de la «atención a las diferencias individuales» para que el currículo «en ningún caso pueda suponer una barrera que genere abandono escolar o impida el acceso y disfrute del derecho a la educación».
La evaluación de los estudiantes será «continua y global» y tendrá en cuenta su progreso en «el conjunto de procesos de aprendizaje». Los niños sólo podrán repetir curso una vez en toda la etapa y ésta será una decisión que se adoptará «de forma excepcional».
Los cambios están incluidos en el borrador que el Ministerio ha enviado a las comunidades autónomas y sobre el que ya se ha producido un primer debate con el fin de tenerlo listo cuanto antes para que los gobiernos regionales y los colegios puedan completarlo
(Libertad Digital)