El dictador comunista Xi Jinping y la libertad religiosa: «Los credos deberán adaptarse al socialismo chino»

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El jefe del régimen marcó las pautas sobre las cuales deberían desarrollarse las diferentes creencias en el país, controladas por el Partido Comunista y Beijing

Xi Jinping hizo hincapié en la implementación integral de la teoría del Partido sobre asuntos religiosos en la nueva era, la política básica sobre asuntos religiosos, y la política sobre la libertad de creencia religiosa. Se necesitan esfuerzos para reunir y guiar mejor a los creyentes religiosos para trabajar juntos con las amplias masas populares para convertir a China en un gran país socialista moderno en todos los aspectos y realizar el sueño chino de la gran revitalización de la nación china, señaló Xi de acuerdo a Xinhua. De la conferencia fueron parte Li Keqiang (quien la presidió), Li ZhanshuWang HuningZhao Leji Han Zheng.

Al destacar la importancia de los asuntos religiosos en la labor del Partido y del Estado, Xi Jinping subrayó la necesidad de establecer un liderazgo robusto, defender y desarrollar una teoría religiosa del socialismo con peculiaridades chinas, trabajar en línea con la política básica del Partido en materia de asuntos religiosos, y defender el principio de que las religiones en China deben tener una orientación china.

Xi exigió también esfuerzos para agrupar a las masas creyentes religiosos en torno al Partido y al régimen, fomentar relaciones positivas y saludables entre las religiones, apoyar a los grupos religiosos en el reforzamiento de la autoconstrucción, y elevar el nivel de legislación de la administración de los asuntos religiosos.

Dijo que es imperativo seguir defendiendo el principio de que las religiones en China deben tener una dirección de chinización, fortalecer la gestión de los asuntos religiosos en línea, y abordar eficazmente los problemas prominentes que afectan a la sana herencia de las religiones en China. Xi hizo hincapié también en apoyar y orientar a los círculos religiosos para que mejoren su autoeducación, autoadministración y autodisciplina, e instó a una gobernación plena y estricta de las religiones.

Las actividades religiosas no deben perjudicar la salud de los ciudadanos, ofender el orden público y la buena moralidad, ni interferir en los asuntos educativos, judiciales y administrativos, así como en la vida social, dijo Xi. Todos estos parámetros son estipulados por el poder central y el PCCXi enfatizó la formación de un equipo de funcionarios del Partido y del régimen adeptos a la visión marxista de la religión, familiarizados con los asuntos religiosos y competentes para realizar trabajos relacionados con los creyentes religiosos.

Instó también a fomentar un grupo de figuras religiosas que sean políticamente fiables, tengan carácter noble y logros religiosos, y puedan desempeñar su papel en momentos críticos. Asimismo, hizo hincapié en mejorar la educación y los mecanismos de trabajo relacionados con las religiones.

(Con información de Infobae)

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