El avance de la ruptura de España: los comunistas de Sumar piden que el aragonés y el asturiano se enseñen en los colegios

El avance de la ruptura de España

Proponen modificar el artículo 1 del Real Decreto 1041/2017 para incluir expresamente entre las lenguas que pueden impartirse en las Escuelas Oficiales de Idiomas

El diputado de CHA, Jorge Pueyo, y el asturiano Rafael Cofiño, ambos de la plataforma comunista Sumar, han impulsado en el Congreso una proposición no de ley para incluir el aragonés y el asturiano en las Escuelas Oficiales de Idiomas. Este movimiento es un paso más en el avance de la ruptura de España, utilizando la lengua como arma política para dividir y debilitar nuestra nación.

Sumar usa la lengua como herramienta política

La propuesta busca modificar el artículo 1 del Real Decreto 1041/2017 para que, además de las lenguas cooficiales, se incluyan también idiomas reconocidos en comunidades autónomas o protegidos por la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias.

Así, se añadirían expresamente el aragonés, el asturiano, el aranés, el catalán, el euskera, el gallego y el valenciano. Una medida que va mucho más allá de la enseñanza, porque pretende introducir un nuevo elemento de fragmentación cultural en el sistema educativo.

Los comunistas de Sumar lo presentan como un supuesto avance en la “igualdad lingüística”, pero en realidad responde a un claro proyecto ideológico: debilitar el castellano como lengua común y reforzar particularismos que favorecen el avance de la ruptura de España.

Declaraciones de los impulsores

Jorge Pueyo, diputado de CHA y portavoz de Cultura de Sumar, ha declarado: «Desde CHA estamos empujando al Gobierno a comprometerse con el respeto y la protección a las lenguas reconocidas en sus estatutos, aunque no sean cooficiales, como es el caso del aragonés y del catalán de Aragón, como ya se está viendo en el Ministerio de Cultura».

El mismo Pueyo insiste en que la medida debe extenderse a otros ministerios: «Igual que exigimos al de Ciencia que apoye a la Academia Aragonesa de la Lengua, que es la única academia lingüística que carece de financiación estatal, reclamamos al de Educación que incluya la oferta de enseñanza del aragonés y del asturiano en las Escuelas Oficiales de Idiomas. Son discriminaciones que hay que eliminar».

Por su parte, el diputado Rafael Cofiño respalda la misma línea, reclamando que el aragonés y el asturiano reciban apoyo estatal. Y Pueyo, además, lanzó un mensaje directo a la ministra de Educación: «Espero que la ministra Pilar Alegría, como aragonesa que es, cumpla con nuestra lengua y nuestra cultura y acabe con esta discriminación».

Estas declaraciones confirman que no se trata de simples reivindicaciones culturales, sino de un paso más en la ingeniería política de Sumar para reforzar el avance de la ruptura de España.

El verdadero objetivo: fragmentar la nación

La inclusión de lenguas minoritarias en el sistema educativo no tiene como fin real su preservación cultural. El aragonés y el asturiano se utilizan como pretexto para ampliar los privilegios de ciertos grupos políticos y para debilitar la cohesión nacional.

El español, lengua común de todos los españoles, se ve relegado en beneficio de proyectos ideológicos que promueven la división. Una vez más, la izquierda utiliza el ámbito educativo para imponer su agenda. En lugar de fortalecer la unidad de España, se fomentan identidades locales enfrentadas entre sí.

Este es el mismo patrón que hemos visto con el catalán, el vasco o el gallego. Ahora se abre la puerta a nuevas imposiciones que buscan acelerar el avance de la ruptura de España.

Contexto legal y político

El Real Decreto 1041/2017 regula las enseñanzas de idiomas en las Escuelas Oficiales de Idiomas. Hasta ahora, la norma contemplaba las lenguas extranjeras y las cooficiales reconocidas por la Constitución y los Estatutos de Autonomía.

La propuesta de Sumar no es casual. Se enmarca en una estrategia más amplia: alterar las bases legales que sostienen la unidad lingüística de España. Bajo el paraguas de la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias, se pretende introducir idiomas que nunca han sido cooficiales, forzando al Estado a reconocerlos como tales en la práctica.

Esto demuestra que la izquierda no descansa en su plan. Cada reforma legal, cada concesión lingüística, cada imposición educativa son pasos calculados en el avance de la ruptura de España.

Un proyecto al servicio del separatismo

No es casual que Sumar impulse esta propuesta justo en un momento en que el Gobierno de Sánchez depende del apoyo de fuerzas comunistas y separatistas. Cada concesión lingüística funciona como moneda de cambio política.

Al reforzar identidades locales artificiales, se alimenta el discurso de ruptura que las fuerzas separatistas necesitan para avanzar. Este es el mismo mecanismo que se aplicó en Cataluña durante décadas, con los resultados que todos conocemos: fractura social, imposiciones educativas y desafío abierto al Estado.

El aragonés y el asturiano son ahora el nuevo campo de batalla. La izquierda radical los utiliza como punta de lanza para continuar el avance de la ruptura de España.

La propuesta de Sumar para incluir el aragonés y el asturiano en las Escuelas Oficiales de Idiomas no responde a un interés cultural real, sino a un plan político diseñado para debilitar el español y fomentar la división interna.

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