La pareja de un actual vicepresidente del gobierno quien afirmaba «yo no puedo decir España» siembra el odio y señala a los que llevamos con orgullo la Bandera Nacional. Hemos llegado al extremo de criminalizar el hecho de sentirse y exteriorizar nuestro amor a España mediante la exhibición de nuestra enseña nacional, y lo hace ese comunismo feroz que ataca los cimientos de nuestra sociedad democrática apropiándose de la propia democracia, reclamando que la prensa y los medios deben seguir sus postulados o de lo contrario serán cómplices de la ultraderecha.
Desde los medios, hoy 8 de marzo se grita contra lo que llaman ultraderecha callando la responsabilidad del gobierno frente a la explosión de la pandemia en España mientras nuestro cine en su festival anual ha cumplido con su cometido de no decir ni una palabra sobre la pandemia y sus más de 100.000 muertos, de entre ellos con al menos 40.000 mujeres fallecidas, por culpa de aquel 8 de marzo… ¡el machismo mata más que el coronavirus!… pero guardan un criminal silencio frente a la ausencia de derechos para la mujer en tantos regímenes teocráticos a los que llaman «nuestros hermanos musulmanes».
Acuérdense de aquel ¡Viva el 8M! que gritó el irresponsable cum fraude en el hemiciclo en junio de 2019, animando a salir y consumir y no digamos aquella vicepresidenta que jaleaba para acudir a aquel 8-M diciendo a las mujeres que acudieran porque «les iba la vida el ello» y tanto que les fue la vida y ella se salvó de milagro que terminó en un hospital privado. Lejos de eso, solo hablan de nazis, banderas de España y de una ultraderecha que dicen criminaliza a la mujer.
De un plumazo llaman nazis a los que en homenaje a las víctimas, por la unidad de España y en solidaridad con las más necesitados, salen, y me incluyo, corriendo por las calles de España siguiendo a nuestra Bandera Nacional, con las mochilas llenas de ilusión, y con la bandera en el pecho de nuestras camisetas, jóvenes de todas las edades, pues la juventud es un estado de ánimo, y todos unidos bajo un único lema que gritamos y al que respondemos: ¡VIVA ESPAÑA!
(José Antonio Crespo-Francés. La Paseata)
