ChinaAid, una organización benéfica con sede en Estados Unidos, informó que la Comisión de Asuntos Étnicos y Religiosos de Henan en china está desarrollando la aplicación Smart Religion, en la cual las personas deben hacer reservas antes de asistir a los servicios en iglesias, mezquitas o templos budistas.
Para ello, la persona debe completar un formulario que solicita el nombre, números de teléfono e identificación, residencia permanente, ocupación y fecha de nacimiento antes de poder hacer una reserva.
A quienes se les permite ingresar a un lugar de culto también se les debe tomar la temperatura, lo que sugiere que la aplicación puede estar relacionada de alguna manera con las restricciones por el Covid-19.
Henan, ubicada en el centro-este de China, tiene una de las poblaciones cristianas más grandes del país -aproximadamente el 6%-, según una encuesta del gobierno de 2012. El régimen comunista es oficialmente secular, y el mismo estudio indica que solo el 13% de los 98 millones de habitantes de esta provincia pertenecen a una religión organizada.
Técnicamente el gobierno chino reconoce el catolicismo como una de las cinco religiones del país, pero existe una Iglesia católica clandestina, que es perseguida y leal a Roma.
Para ChinaAid el desarrollo y el lanzamiento de la aplicación forman parte de los esfuerzos del gobierno comunista por “manejar estrictamente la religión de manera integral”, en parte mediante la recopilación de datos sobre los creyentes.
China Aid citó información del Henan Daily de China, que el 24 de febrero “publicó que Zhang Leiming, miembro del Comité Permanente del Comité Provincial del Partido de Henan y jefe del Departamento de Trabajo del Frente Unido, fue al Comité Provincial Étnico y Religioso para investigar y señaló que es necesario administrar estrictamente la religión de manera integral, unir y guiar a la mayoría de los creyentes religiosos para que sigan al Partido Comunista Chino sin vacilaciones”.
En abril de 2016, Li Jiangong, un pastor de Zhumadian, otra ciudad de la provincia de Henan, perdió a su esposa cuando trataron de evitar que funcionarios del gobierno demolieran la iglesia que funcionaba en su vivienda. Según el informe anual más reciente de la Comisión de Libertad Religiosa de Estados Unidos, el esposo “apenas escapó” de la muerte.
(con información de CNA/Aciprensa)