¿Purga por lo que saben? Los cuatro máximos responsables de los contratos covid, apartados de la escena sanitaria

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La marcha de la directora general de Farmacia se suma a la del director del Ingesa, el secretario general y el ministro Illa.
El Ministerio de Sanidad ya no cuenta entre sus filas con ninguno de los cuatro máximos responsables de las compras fallidas de material contra la Covid-19 durante la primera ola de la pandemia, entre febrero y junio de 2020. Veamoslo:
1.  Patricia Lacruz
La semana pasada dejó su puesto la directora general de Cartera Común del Sistema Nacional de Salud (SNS) y de Farmacia, Patricia Lacruz, tras un mandato convulso en el que, además de protagonizar uno de los mayores escándalos de toda esta crisis de salud pública, la compra de test defectuosos a una empresa china que hubo que devolver, se granjeó la enemistad de prácticamente toda la industria farmacéutica y de la farmacia comunitaria.
La salida de este alto cargo,  se suma a la de los otros tres máximos responsables de las compras en ese periodo convulso en el que mascarillas, guantes, batas y otros equipos de protección contra el coronavirus llegaban tarde, a unos precios sospechosamente mucho más caros y que llevó a las autonomías a tener que lanzarse por su cuenta a los mercados internacionales para intentar proteger a su población y a los sanitarios.
2. Alfonso Jiménez Palacios
El anterior alto cargo que abandonó la nave del Ministerio fue un histórico sanitario socialista presente con todos los ministros de Sanidad de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez: Alfonso Jiménez Palacios.
Tanto él como Patricia Lacruz están siendo investigados por la Justicia al hilo de una querella interpuesta por Vox y el pasado mes de abril comparecieron ante el Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid para dar cuenta de su actuación. Su titular, Concepción Jerez, indaga en concreto doce contratos firmados por el Ministerio comandado entonces por el catalán Salvador Illa, el máximo responsable de las compras, entre marzo y abril de 2020, y ha incluido en sus pesquisas a Paloma Rosado, un alto cargo del Ministerio de Hacienda.

Sanidad, por ejemplo, llegó a apalabrar la adquisición de 200 respiradores a una empresa de 3.000 euros de capital social por un importe unitario de 49.610 euros cuando su valor de mercado apenas superaba los 6.400 euros. Durante su comparecencia, aseguró ante el juez que el ministro Salvador Illa estaba al tanto de las contrataciones. “Tenía contacto directo con el ministro Illa dos veces al día y le mantenía puntualmente informado de toda la contratación”, declaró, según la vicesecretaria jurídica de Vox, Marta Castro.

El tercer alto cargo que abandonó Sanidad fue Faustino Blanco, ex consejero de Sanidad de Asturias y secretario general de Sanidad con Illa -su número dos- cuando estalló la pandemia. Blanco, que nunca compareció ante el Congreso ni ante los medios, recaló en la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria del Principado de Asturias, cargo que abandonó al poco tiempo tras trascender que su salario duplicaba el de su antecesor en el cargo.

4. Salvador Illa

Faustino Blanco y Salvador Illa, el cuarto alto cargo en discordia, eran los máximos responsables de Sanidad cuando Lacruz y Jiménez Palacios acometían las compras. Illa salió de Sanidad en enero de 2021 para encabezar la lista del Partido Socialista Catalán a las elecciones catalanas. Hasta la fecha, el Gobierno no ha promovido ninguna auditoría de su gestión en los primeros meses de la pandemia.

(Con información de la Razón)

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