Bolaños se convierte en el gran censor del Gobierno: toma el control de la comunicación, dicta la censura y hasta propone titulares

El Gobierno quiere controlar totalmente los enfoques de la prensa. Y el caso de la Ley de Amnistía es especialmente sensible para el Gobierno . Tanto es así que, Félix Bolaños – el que es señalado por algunos como un masón de alto grado-, ha asumido la coordinación de todas las grandes directrices  que el Ejecutivo da a los periodistas y a sus jefes, esto es, se ha convertido en el gran censor que quiere controlar todo lo que se escribe, en especial sobre la ley de la Amnistía. Es tal la envergadura de su censura e inquisición que se ha hecho en el responsable de llevar directamente las conversaciones con los medios y contactar con sus directivos para trasladar insistentemente los argumentos del Gobierno y marcar sus agendas.

Así, la importancia de Bolaños ha ido en aumento en esta nueva legislatura. A la cartera de Presidencia y Relación con las Cortes ha sumado ahora Justicia. El ministro también se ha encargado de las negociaciones con los partidos independentistas para atar la investidura de Sánchez, redactar la amnistía y pactar las enmiendas con las formaciones separatistas. Todo en uno.

Bolaños, cerebro de los mensajes del Gobierno para marcar la agenda de los medios

Un rol idóneo para dirigir el argumentario de Moncloa y marcar la agenda de la prensa obediente, precisamente, sobre aquellas cuestiones polémicas de las que él mismo se encarga de negociar, incluso dejando de lado al secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès que hacía hasta ahora de parapeto ante las dudas de los periodistas y se encargaba de atender a los medios para explicar más detalladamente la postura del Ejecutivo.

En consecuencia, Moncloa ha querido reforzar la tarea más comunicativa y pedagógica, encargando a Bolaños tomar mando en plaza y pilotar los mensajes que el Gobierno quiere trasladar a los medios de comunicación. Una misión que no solo se circunscribe a un hecho puntual, sino que sitúa al ministro de Justicia como cerebro de la interlocución del Ejecutivo con los periodistas.

Mensajes a directivos de los medios

Esta interacción del Ejecutivo hacia los periodistas no solo afecta a los corresponsales políticos. Se extiende también a importantes directivos de diferentes medios de comunicación que destacan la insistencia de Bolaños criticando informaciones o transmitiendo constantemente a los periodistas la opinión de Moncloa sobre un asunto abordado por el medio de comunicación en cuestión. Pura censura a los periodistas díscolos y marcando las directrices de lo que tienen que hacer y decir a sus jefes.

“Lo que no podéis publicar”

“Lo que no podéis publicar es que hemos traspasado nuestra línea roja”, llegaron a afirmar fuentes gubernamentales en defensa de las tesis sostenidas por Moncloa ante los periodistas en una conversación fuera de cámaras. Y su protagonismo es tal que, por ejemplo, en la última comparecencia tras el consejo de ministros, a pesar de que distintos miembros del Ejecutivo entraron a comparecer en rueda de prensa, fue Bolaños quien asumió las explicaciones del Ejecutivo sobre lo acordado con Junts y así se mantuvo hasta el final. Y el resto de los ministros miraba y callaba.

Preguntas pactadas

Otro episodio que revela el férreo control del Gobierno para redirigir la información y transmitir a los periodistas los argumentos que defiende el Gobierno, fue la aparición de Bolaños este miércoles en la toma de posesión del Fiscal General del Estado. El ministro de Justicia no quería aceptar preguntas espontáneas de los medios. Así lo transmitió su equipo a los profesionales que esperaban poder hablar con el también titular de Presidencia y Relación con las Cortes. El ministro solo atendió a tres cuestiones pactadas previamente y que obtuvieron el visto bueno del equipo de Bolaños. Una situación poco usual que levantó indignación entre los periodistas.

Y es que el gran censor del gobierno, el ministro «masón» Bolaños marca la censura y la agenda a los medios de comunicación que hacen lo que el gobierno de Sánchez les dice. Y después nos hablan de la libertad de prensa en España.

(Con información de el Confidencial Digital)