Basura electrónica que generamos | Jacinto Seara

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Debemos ser conscientes de que cada vez que enviamos un correo electrónico se emite CO2, se estima que cada uno de nosotros anualmente produce alrededor de 135 kg de CO2 solo con su correo electrónico, el equivalente a unos 320 km en automóvil. Si lo medimos por email, según la BBC el CO2 de un correo electrónico es de 4 g, si contiene archivos adjuntos muy pesados puede llegar a 50 gramos. Obviamente es por la energía consumida que sabemos que es contaminante, por lo que podemos aplicarlo a cualquier acción que realizamos, incluido el trabajo, las búsquedas y cuando hablamos.

Esto no sería lo más grave, se pueden utilizar las energías menos contaminantes a corto y medio plazo. La mayor basura electrónica se genera en Occidente: son el reciclaje de los RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos). Encontramos computadoras, TV, molinillos, batidoras, paneles fotovoltaicos, lámparas led, frigoríficos, congeladores, lavadoras, baterías de coches híbridos y eléctricos, radios… todos los aparatos que utilizamos. Lo malo es que, como velamos por nuestra ecología, los exportamos a países del tercer mundo. Según la revista Environmental Science & Technology sale 13 veces más caro extraer de la tierra los minerales para fabricar nuevos dispositivos, es decir, lo bueno es recuperarlos a partir de los usados. Desgraciadamente como están en los basureros de los países tercermundistas, vemos a gente, muchos de ellos niños, buscando esos minerales entre la chatarra para sobrevivir. Allí encuentran lo que desechamos, que contiene los elementos que buscan para vender y fabricar otros aparatos; entre ellos están dos de los más utilizados, el litio y el cobalto, altamente nocivos para la salud y que pueden causar la muerte.

Cada año son más los residuos: se estima que en 2021 fueron 50 millones de Tm, y cada año van en aumento. De acuerdo con los datos proporcionados por la ONU, el 80% de la basura tecnológica se encuentra localizada en tierras africanas, la mayor parte, la RAEE; ironías de la vida, da empleo a 300.000 personas, sin contar los niños. No existe ninguna regulación, por lo que se busca sin ninguna protección. Occidente es muy ecológico, lo que no impide que enviemos a otros lugares los desechos. ¿Somos los realmente verdes?

 

Jacinto Seara | Escritor y Científico

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