No es ideología: es ciencia, es vida
En medio del estruendo ideológico que rodea el debate del aborto, la realidad se impone con una sencillez que desarma: cuando una mujer escucha el latido del corazón de su hijo en el vientre, muchas deciden no abortar. No es magia. No es imposición. Es el resultado natural de un vínculo humano, profundo, que ninguna consigna feminista ni dogma izquierdista puede silenciar.
En Estados Unidos, los datos no dejan lugar a dudas. Según la organización provida Guttmacher’s Abortion Provider Census, que opera directamente en centros de aborto, cuatro de cada diez mujeres deciden continuar con su embarazo tras oír el latido fetal.
Los estados americanos que han implementado la llamada Ley del Latido del Corazón, como Texas, Florida y Carolina del Sur, están demostrando que una simple ecografía con sonido puede salvar miles de vidas.
En Texas, antes de esta legislación, se realizaban 148 abortos diarios. Tras la ley, se estima que 196.499 bebés han sido salvados. En Florida, más de 12.000 niños han sobrevivido gracias a esta medida. En Carolina del Sur, el aborto ha descendido en un 36% en solo un año.
Insistimos: no se trata de prohibir, sino de mostrar la verdad. El latido es un argumento imbatible. El corazón habla, y la muerte calla.
Y aquí es donde debemos alzar la voz desde España. En nuestro país, la izquierda impone desde el BOE una cultura de muerte donde el aborto se presenta como un “derecho” inapelable, intocable y obligatorio de financiar con dinero público. Y la derecha calla y consolida. Se niega el derecho del no nacido a existir, y se oculta la verdad a las madres. ¿Por qué se les niega el acceso a una simple ecografía con sonido? ¿Tienen miedo de que escuchen a su hijo?
Porque está más que demostrado que puede salvar vidas humanas, y lo saben. Pero no quieren permitirlo. Prefieren mantener a la mujer desinformada, sola, manipulada por una narrativa ideológica que le presenta la maternidad como una carga, y la vida de su hijo como un estorbo.
Lo dijo un famoso médico provida, y lo reproducimos sin alterar una sola palabra: «Cuesta entender que en España no se quiera implementar algo tan sencillo como ofrecer una ecografía con sonido, cuando está más que demostrado que puede salvar vidas humanas».
Desde este diario lo decimos alto y claro: España necesita una Ley del Latido YA. Necesita romper con el totalitarismo izquierdista que impone el aborto como única salida y una derecha cobarde que no es capaz de defender la vida. Necesita devolverle a la mujer la verdad, la libertad y el derecho a saber qué está haciendo. Y necesita proteger a los más inocentes: los que aún no pueden defenderse, pero ya sienten, ya viven, ya laten.
Una sociedad que permite eliminar vidas por comodidad o por consigna ideológica es una sociedad enferma. Pero una sociedad que recupera el asombro ante el milagro de un corazón que late, puede volver a sanar.
No es magia. No es imposición. Es simplemente vida. Y cuando la vida habla, la muerte se retira a un rincón, vencida por la verdad.