Reino Unido humilla y desafía a España: nuevos actos de hostigamiento contra la Armada y la Guardia Civil en Gibraltar

Reino Unido humilla a España

Somos el hazmerreir en política exterior . Los países extranjeros saben de nuestra debilidad y actúan en consecuencia.

La humillación continúa: Reino Unido desafía a España en Gibraltar

Reino Unido humilla a España una vez más. En los últimos días, la Royal Navy ha protagonizado dos graves incidentes contra embarcaciones españolas en aguas próximas al Peñón. La situación pone de relieve la pérdida de autoridad internacional de nuestro país.

Según informó El Debate, una patrullera británica hostigó a la embarcación Río Sil del Servicio Marítimo de la Guardia Civil en plena Bahía de Algeciras. Un día después, el buque HMS Dagger repitió la maniobra contra el patrullero Isla de León de la Armada Española, ejecutando movimientos agresivos y lanzando advertencias por radio. Ambos hechos evidencian una provocación deliberada de Londres y una pasividad vergonzosa por parte del Gobierno español.

Gibraltar, símbolo de la soberanía traicionada

El Estrecho de Gibraltar no es solo una línea en el mapa. Es un punto vital para la seguridad marítima y el comercio mundial. Más de 120.000 buques cruzan cada año estas aguas, que España vigila mediante la Armada, la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera.

Sin embargo, mientras los británicos avanzan en su dominio táctico y tecnológico, nuestro Gobierno calla. Reino Unido humilla a España porque sabe que puede hacerlo. Cada provocación refuerza su control sobre un enclave que debería estar bajo soberanía española desde hace tres siglos.

Drones militares británicos en aguas españolas

La tensión se ha incrementado con el uso de drones militares que sobrevuelan las aguas próximas a Algeciras y La Línea de la Concepción. Este despliegue tecnológico representa un paso más en la militarización británica del Estrecho, un corredor estratégico para la OTAN y el comercio global.

La Marina británica ha instalado además sistemas de vigilancia y radares de última generación en Gibraltar, con el argumento de “proteger el tráfico marítimo”. En realidad, su objetivo es consolidar una presencia permanente que reduzca la operatividad de España en su propio territorio marítimo.

Mientras tanto, el Ministerio de Defensa guarda silencio y el Gobierno de Pedro Sánchez evita cualquier respuesta diplomática firme. Reino Unido humilla a España porque el Ejecutivo actual transmite debilidad, dependencia y sumisión ante potencias extranjeras.

Sánchez y Albares: silencio cómplice ante la ofensa

El papel del Gobierno socialista es vergonzoso. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, no ha emitido una nota de protesta contundente. Se limita a declaraciones ambiguas sobre “cooperación fronteriza”. En política exterior, la tibieza es rendición.

La diplomacia española lleva años reducida a la obediencia hacia Bruselas y la OTAN, renunciando a cualquier defensa real de los intereses nacionales. Reino Unido humilla a España con sus patrulleras, y el Gobierno mira hacia otro lado mientras se multiplica el tráfico de drogas, la inmigración ilegal y la actividad de redes rusas en el Estrecho.

Somos el hazmerreír internacional. Ningún país serio permitiría estas provocaciones sin respuesta. Hungría o Polonia, que defienden su soberanía con firmeza, jamás aceptarían que una potencia extranjera humillase a sus fuerzas armadas en su propio territorio.

El coste de la debilidad: España pierde peso en el mundo

Cada episodio de humillación en Gibraltar refleja un patrón más amplio: España ha perdido su influencia internacional. Bruselas dicta, Marruecos presiona, Argelia amenaza, y Reino Unido actúa con impunidad.

El actual Gobierno ha transformado nuestra política exterior en un ejercicio de complacencia ideológica. En lugar de defender la soberanía nacional, prefiere obedecer las agendas globalistas y diluir la identidad de España en el marco de una “Europa sin fronteras”.

El resultado es evidente: Reino Unido humilla a España porque ya no teme su reacción. Cuando un país no se respeta a sí mismo, los demás dejan de respetarlo.

Gibraltar, una herida abierta que exige firmeza

La cuestión de Gibraltar sigue siendo una herida histórica abierta. Ningún gobierno español, desde la Transición, ha tenido el valor de plantear una revisión integral del estatus del Peñón.

Mientras Londres refuerza su base militar, el Ejecutivo español mantiene la ficción de una “cooperación económica” con las autoridades gibraltareñas. Ese eufemismo oculta lo que en realidad es una cesión política encubierta.

España necesita una diplomacia de fuerza y dignidad. Debe exigir a la Unión Europea el reconocimiento expreso de sus derechos soberanos sobre las aguas del Estrecho, y reforzar la presencia de la Armada en la zona.

Reino Unido humilla a España porque encuentra un Gobierno débil y acomplejado. Cada provocación en Gibraltar es una llamada de atención a una nación que ha olvidado lo que significa el respeto.

Si el Ejecutivo sigue sometido a la cobardía diplomática y a los dictados de Bruselas, la humillación continuará.

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2 comentarios en «Reino Unido humilla y desafía a España: nuevos actos de hostigamiento contra la Armada y la Guardia Civil en Gibraltar»

  1. Mucho «Ganando barlovento», «proa al mar» y «banderita» Pero no deja de ser la Armada de la Srta. Pepis. Por otro lado no se ha, visto un gobierno expañol más progibraltareño.

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  2. Es una lástima que el pueblo del Campo de Gibraltar esté comprado con el tabaco y la gasolina barata. Nos vendemos por menos que nada. Si ellos tienen como objetivo de hostigamiento a nuestra Armada hay miles de o9jetivos ya ni tos a este lado de la frontera, pero, claro…

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