Una grabación secreta expone las tácticas violentas de Antifa en Utrecht

Un audio de un taller holandés revela que a los radicales de extrema izquierda de Antifa se les enseña a “usar la violencia” contra la policía, lo que intensifica los llamados a etiquetar al grupo como terrorista.

Un taller que destapa la violencia interna de Antifa

Lejos de replegarse ante las crecientes investigaciones gubernamentales, los radicales de extrema izquierda de Antifa continúan actuando con absoluta impunidad. Según los informes difundidos por el portal NieuwRechts, la filial holandesa de la organización ha sido sorprendida entrenando a sus miembros en tácticas violentas destinadas a interrumpir actos políticos legítimos.

El audio, grabado de forma encubierta por Lydia Daniël, integrante del grupo Let Women Speak NL, muestra a un instructor de Antifa explicando cómo romper las barreras policiales y enfrentarse a los agentes durante las protestas. En un momento de la grabación, el instructor afirma: “Cuando la violencia está justificada, eso depende de cada persona, porque puedo decirte cuándo usaría la violencia, pero eso no es lo mismo para todos.”

Las declaraciones confirman lo que muchos analistas ya advertían: que los radicales de extrema izquierda de Antifa actúan bajo una doctrina de agresión premeditada, sin límites morales ni legales.

Lydia Daniël y la defensa de los derechos biológicos de las mujeres

El grupo de Lydia Daniël, Let Women Speak NL, se centra —como ella misma subraya— en “preservar los derechos de las mujeres basados en la realidad biológica”. Esta posición la ha convertido en un blanco recurrente de los grupos radicales vinculados a Antifa.

La grabación, filtrada por su equipo, muestra un patrón preocupante: los militantes de Antifa planifican agresiones físicas contra quienes defienden posturas críticas frente al feminismo radical o la ideología de género.

El mensaje es claro: quien se oponga a su pensamiento único, será señalado, intimidado o atacado. Una práctica que recuerda los métodos coercitivos de los totalitarismos del siglo XX.

“Muy preocupante”: periodistas y políticos exigen una respuesta

El periodista Daniel de Liever, editor del medio holandés NieuwRechts, calificó la grabación como “muy preocupante”. Su análisis refuerza las denuncias del líder del Partido por la Libertad (PVV), Geert Wilders, quien lleva años reclamando que Antifa sea reconocida oficialmente como organización terrorista.

La presión política ha aumentado. El Parlamento de los Países Bajos aprobó una moción en esa dirección el pasado mes, y ahora el Ejecutivo deberá decidir si procede con su clasificación legal como entidad terrorista.

La revelación sobre Antifa llega en un momento de máxima tensión en Europa, donde varios gobiernos ya debaten medidas similares.

Europa reacciona ante el auge de la extrema izquierda de Antifa

El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, anunció su intención de seguir el ejemplo de Donald Trump, quien durante su presidencia en Estados Unidos calificó a Antifa como una organización de carácter terrorista.

En Alemania, el partido AfD (Alternativa para Alemania) ha declarado que impulsará una medida equivalente si alcanza el poder. Paralelamente, el grupo Patriotas por Europa, del Parlamento Europeo, trabaja en una iniciativa para que la institución reconozca a Antifa bajo esa misma categoría.

Sin embargo, en el ámbito europeo persiste una resistencia política —sobre todo desde los bloques de izquierda— a enfrentar el problema. Esta pasividad favorece la expansión y financiación de los grupos de Antifa en universidades, asociaciones juveniles y colectivos feministas radicales.

Antifa en Utrecht, símbolo del caos izquierdista-globalista

La grabación demuestra que Antifa no actúa como un grupo espontáneo, sino como una estructura organizada, con jerarquías, estrategias y objetivos políticos.

El entrenamiento de sus miembros incluye instrucciones para provocar enfrentamientos con la policía, manipular la cobertura mediática y justificar la violencia , la intolerancia, y la censura.

El caso de Utrecht ilustra cómo la extrema izquierda utiliza el miedo y la intimidación como herramientas políticas. Una situación alarmante para la seguridad ciudadana y la libertad de expresión en Europa.

Un debate pendiente sobre la violencia de izquierdas

Los grandes medios europeos han silenciado durante años la violencia ejercida por los grupos vinculados a Antifa. Sin embargo, la evidencia acumulada ya no puede ocultarse.

La grabación de Antifa se suma a una larga lista de ataques contra periodistas, activistas y policías en Alemania, Francia y España. Pese a ello, las autoridades europeas siguen tratando al movimiento con una indulgencia ideológica preocupante.

La doble vara de medir es evidente: mientras se persigue judicialmente a quienes defienden valores tradicionales o a grupos provida, la violencia de los radicales de extrema izquierda de Antif ase tolera e incluso se financia indirectamente mediante subvenciones a ONG afines.

Una amenaza para Europa y sus libertades

El caso de Antifa en Utrecht confirma la necesidad urgente de actuar contra la violencia política de la extrema izquierda. No se trata solo de una cuestión de orden público, sino de defender la libertad de expresión y la democracia frente a quienes pretenden imponer un pensamiento único mediante el miedo y la violencia.

La designación de Antifa como organización terrorista sería un paso decisivo para restaurar la ley y el sentido común en Europa.

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