Madrid capital del lobby católico LGTBI se confirma con la celebración de la quinta Asamblea de la Global Network of Rainbow Catholics (GNRC), del 21 al 25 de agosto en el Colegio Mayor Miguel Antonio Caro, junto a Moncloa. El evento se organiza con el apoyo de Crismhom (Madrid) e Ichthys (Sevilla), y cuenta además con el beneplácito explícito del arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo, quien se reunió con los organizadores para mostrar su respaldo.
La paradoja es evidente: mientras la Biblia, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia señalan que las prácticas homosexuales constituyen un pecado contrario a la ley natural, el lobby LGTBI logra instalarse en el corazón de la capital española, presentándose incluso bajo un barniz “católico”.
Un programa diseñado para normalizar el lobby
El encuentro del lobby católico LGTBI en Madrid incluye oraciones, talleres, conferencias, presentaciones de libros, ferias de entidades, e incluso actos comunitarios como una “oración pública” y un recorrido nocturno por el centro de la ciudad.
El sábado se celebrarán conferencias plenarias con figuras de referencia dentro del movimiento. El domingo se desarrollará una feria de entidades, acompañada de actividades culturales. Todo culminará con una misa y una ceremonia de despedida.
Lejos de ser un evento meramente cultural, esta asamblea representa un intento de legitimar dentro de la Iglesia lo que su doctrina condena. Madrid capital del lobby católico LGTBI simboliza así una rendición al pensamiento lgtbi dentro de sectores eclesiales.
Los ponentes: referentes de la heterodoxia
Entre los participantes destaca James Alison, ex-dominico y uno de los teólogos más activos en el mundo LGTBI. Alison se ha convertido en una figura internacional por su intento de reinterpretar la moral católica desde los postulados de la ideología de género.
También estará presente Cristina Inoges, feminista y teóloga heterodoxa, seleccionada por el Papa Francisco como una de las consultoras del Sínodo de Obispos en 2019. Su discurso cuestiona abiertamente la enseñanza tradicional de la Iglesia sobre la familia y el sacerdocio.
Estas elecciones no resultan casuales. La presencia de tales figuras confirma que Madrid capital del lobby católico LGTBI servirá como altavoz para corrientes disidentes que buscan alterar la doctrina milenaria.
El apoyo del cardenal Cobo
Uno de los aspectos más graves de esta cita es el apoyo del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. En las semanas previas a la asamblea, recibió en la sede episcopal a representantes de Crismhom y expresó públicamente su respaldo. Además, se mostró dispuesto a mantener un “diálogo abierto” con la comunidad organizadora.
Este gesto se interpreta como una aprobación implícita del evento, a pesar de que contradice frontalmente la enseñanza de la Iglesia sobre la moral sexual. Madrid capital del lobby católico LGTBI, lejos de ser un accidente, cuenta con el beneplácito de quien debería velar por la fidelidad al Evangelio.
La contradicción doctrinal
La doctrina católica ha sido clara a lo largo de dos milenios: las relaciones homosexuales son, como enseña el Catecismo, “contrarias a la ley natural”. La Sagrada Escritura y la Tradición coinciden en señalar su carácter desordenado. Sin embargo, el lobby católico LGTBI intenta reinterpretar esta enseñanza bajo el paraguas de la “inclusión”.
El problema radica en que tal reinterpretación supone una ruptura doctrinal que erosiona la autoridad de la Iglesia y confunde a los fieles. La rendición ante la presión ideológica genera escándalo, división y desorientación.
Madrid capital del lobby católico LGTBI no representa apertura pastoral, sino claudicación frente a una agenda ajena al Evangelio.
El lobby católico LGTBI como caballo de Troya
El evento confirma que el lobby católico LGTBI actúa como un verdadero caballo de Troya. Utiliza el lenguaje religioso para justificar lo contrario de lo que la fe enseña. Sus promotores buscan normalizar prácticas rechazadas por la Revelación y el Magisterio, presentándolas como compatibles con la vida cristiana.
Esta dinámica no es exclusiva de España. El lobby opera a nivel internacional y ha encontrado en Madrid un escenario ideal gracias a la complicidad episcopal. Convertir la capital en la sede de su asamblea es un paso simbólico que refuerza su estrategia de infiltración cultural y eclesial.
Una amenaza para la fe
Lo que está en juego no es solo un evento puntual. La celebración en Madrid capital del lobby católico LGTBI implica un desafío a la verdad revelada y un intento de redefinir la identidad de la Iglesia. El riesgo consiste en que, bajo la bandera de la inclusión, se termine socavando la fe de millones de católicos.
El silencio de muchos pastores frente a esta deriva contribuye a la confusión. Mientras tanto, voces fieles a la doctrina levantan la alarma. La Iglesia no necesita plegarse al espíritu del mundo, sino proclamar con claridad el Evangelio, sin ceder a presiones ideológicas.
Madrid capital del lobby católico LGTBI simboliza la claudicación de sectores de la Iglesia frente al progresismo y el lobby lgtbi ideológico. El apoyo del cardenal Cobo confirma hasta qué punto la confusión doctrinal se ha instalado en las estructuras eclesiales.
La misión de la Iglesia no consiste en adaptarse al mundo, sino en anunciar la salvación con fidelidad y firmeza.
Frente al lobby católico LGTBI, la respuesta debe ser la misma que la de los mártires: fidelidad a Cristo, sin miedo y sin claudicación.




