Avanza el golpe: TVE convertida en «Tele Sánchez»: 12 horas diarias de propaganda política

La Hora de La 1, Mañaneros 360, Malas Lenguas y las diferentes ediciones del Telediario defienden cada día al Gobierno y atacan a la oposición

TVE es ya la propaganda política de Sánchez es la realidad que millones de españoles observan cada día. La televisión pública ha pasado de ser un servicio para todos a «Tele Sánchez«, una máquina de adoctrinamiento sanchista, con 12 horas diarias de contenido favorable al Gobierno y ataques sistemáticos a la oposición.

Del proyecto fallido a la maquinaria propagandística

En su día, tras el fracaso de montar un canal bajo el paraguas de PRISA para dar forma a «Tele Sánchez«, Sánchez se dio cuenta que no hacía falta crear un nuevo canal, que tenía a TVE. Y la 1 de TVE cambió radicalmente su programación para convertirse en «Tele Sánchez«, un gran contenedor de noticias y propaganda política favorables a Sánchez y al Ejecutivo.

Y es tan descarado este nuevo rumbo ideológico que ni el Comité de Informativos -controlado por ellos- logra separar información de opinión. Los contenidos se disfrazan de programas de actualidad para evitar el formato «informativo», pero con idéntico sesgo. En ellos, se cargan contra rivales políticos mientras se ocultan escándalos que afectan al Gobierno.

«Tele Sánchez«: Doce horas diarias de ataques a la oposición

La estrategia de «Tele Sánchez« sigue un guion diario. Comienza a las 06:00 con el Telediario Matinal, presentado por Álex Barreiro y Lorena Baeza, que ya marca la pauta informativa.

A las 8:30 llega La Hora de La 1, conducida por Silvia Intxaurrondo, donde se minimizan o esquivan informaciones que puedan perjudicar a Pedro Sánchez, mientras se resaltan las que dañan a la oposición.

Tras este programa, Mañaneros 360, con Javier Ruiz durante más de cuatro horas, refuerza el sesgo. El propio Comité de Informativos lo definió con una frase contundente: “No separan la opinión de la información”.

El Telediario de las 15:00 mantiene una hora de duración, siempre con noticias “seleccionadas” para mantener la línea oficial.

Programas disfrazados de actualidad

Después llega Malas Lenguas, con Jesús Cintora, que se centra en ataques personales y políticos contra figuras del PP como el novio de Isabel Díaz Ayuso, omitiendo casos similares en el PSOE.

Incluso Malas Lenguas pasa de La 2 a La 1, ocupando franjas de tarde para llegar a más audiencia, justo antes del Telediario 2 de Pepa Bueno, que ella misma califica como “de autor”.

Los supuestos programas de entretenimiento, como La Familia de la Tele, La Pirámide o Aquí la Tierra, actúan como pausas antes de volver a la línea editorial marcada desde Moncloa.

Entretenimiento residual y control total

Las tardes se sostienen con series como La Promesa o Valle Salvaje, que sufren constantes cambios de horario. El access prime time se rellena con Viaje al centro de la tele, el programa de adopción de perros de Chenoa, el regreso de Broncano con La Revuelta y deportes “a golpe de talonario”.

Todo esto apenas disfraza que el resto de la programación son informativos encubiertos, es decir, «Tele Sánchez« a tiempo completo.

El objetivo: convencer a toda costa

TVE ha entregado casi todas sus horas de emisión, salvo pequeños espacios, a convencer a los ciudadanos de que el Gobierno de Sánchez es el mejor posible. La artillería mediática ya está desplegada y probada, sin importar las advertencias del Consejo de Informativos.

El resultado es una televisión pública utilizada como herramienta de poder, lo que supone una vulneración del deber de neutralidad y servicio a todos los españoles.

Una televisión pública secuestrada

La deriva de «Tele Sánchez« demuestra cómo un medio público puede convertirse en instrumento de propaganda gubernamental. La información imparcial ha desaparecido, sustituida por un relato único que beneficia a Sánchez, a su Ejecutivo y margina a la oposición.