Y hemos tenido noticias recientes de que los montes han parido un ratón, y han dado a luz un manifiesto progre, un documento de adhesión incondicional al líder que nos gobierna.
Según se deduce del mencionado escrito, la pobre criatura que nos lidera, está siendo sometido a un acoso ultra-derechista, que podríamos calificar poco menos que de inhumano.
No obstante, el sujeto, declara que está bien, aunque muy a menudo, el pobre, come a deshoras.
También hemos tenido noticias de que a este manifiesto se han unido un elenco de artistas, de la farándula española.
De algunos no negaremos su talento, sobre todo y en especial, para arrimarse a la subvención.
Podríamos también afirmar que el denominador común de esta pléyade es, que forman parte de la esencia de la progresía, concepto algo indefinido, y que es muy posible que me vea incapaz de explicar su profundo significado, en tan reducido espacio.
Consciente de este imposible reto, daré algunas pinceladas, aventuradas y a vuela pluma, en la confianza de que usted ponga de su parte para descifrarlo, según aquella máxima que se atribuye al buen entendedor.
El progre, tiene la “virtud” de adaptarse a los tiempos, de hecho los que en otro tiempo le hacían la pelota al tío Paco, y le cantaban odas, ahora se presentan con nuevo look y nueva chaqueta, roja o incluso azulona.
Pero nunca debemos olvidar que en el momento presente, el poder está donde está y sobre todo, la pasta y si está en el odioso capitalismo neo-liberal de Hollywood, me pongo el smoking en noche de oscar y glamour y si lo que toca es la chaqueta de pana, pues, no hay problema, allí está el progre talentoso a ver si cae alguna breva.
La evolución ha sido evidente, desde la justicia social, al mundo woke; desde el conmovedor niño yuntero, a la posmodernidad mas vulgar, desde el magistral Machado, al ramplón Benedetti.
El progre ya se ha retratado claramente y sin disimulo y apoya sin fisuras todo aquello que para él es guay y según dice, muy democrático y con este manifiesto, lo subraya y afirma de modo inequívoco.
Yo, por mi parte, en un modesto intento de emular el arte progre le daré a continuación las pinceladas prometidas, en la esperanza de que el lenguaje artístico progre sea, un modo de expresión apropiado para la ocasión, ¡Va por ustedes!:
-A pactar con asesinos y terroristas: Abre la muralla.
-A la justicia para las víctimas: Cierra la muralla.
-A indultar a los ladrones de los ERE: Abre la muralla.
-A la amnistía ilegal a secesionistas: Abre la muralla.
–A la igualdad entre todos los pueblos de España: Cierra la muralla.
– Al latrocinio y a las comisiones millonarias: Abre la muralla.
-A colocar a la familia en puestos a dedo, incluidas “las sobrinas de moral distraída”: Abre la muralla.
-A sacar de la cárcel a violadores y a terroristas: Abre la muralla.
-A socorrer a los compatriotas valencianos y canarios: Cierra la muralla.
–Al, ¡expropíense esos olivos!, que vamos a colocar placas solares para unos “fondos” de multinacionales amigas: Abre la muralla.
-A Promover la pederastia desde las instituciones y al adoctrinamiento en las aulas en ideologías: Abre la muralla.
–A la patria potestad y a la familia: Cierra la muralla.
– A los okupas y a la ocupación: Abre la muralla.
–A la protección de la vivienda y el hogar: Cierra la muralla.
-A los millones de euros de los cargos públicos en paraísos fiscales sin justificar: Abre la muralla.
-Al puterío y la farlopa, de ministros, de lo más vergonzoso y barrio-bajero. Abre la muralla.
–Al apoyo a las narco-dictaduras y los negocios sucios con estas: Abre la muralla.
–A la libertad de prensa sin exclusiones de periodistas incómodos. Cierra la muralla.
–A la compra descarada con dinero público de los medios de comunicación para convertirlos en medios de propaganda del gobierno: Abre la muralla.
-A la división de poderes y a la justicia independiente: Cierra la muralla.
Y por supuesto, todo el mundo a temblar, ¡Que viene el dóberman de la ultra-derecha! ¡Que viene, que viene! ¡Cierra, cierra, cierra la muralla!
Francisco Martínez Peñaranda, escribe para usted, de vez en cuando. Gracias por atenderme.




