Nueva mentira: El Gobierno esconde el ataque de Marruecos al móvil de Sánchez en su informe sobre espionaje

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El espionaje con el software Pegasus al móvil del presidente y de los ministros Margarita Robles (Defensa) y Fernando Grande-Marlaska (Interior), abrió en mayo una crisis institucional que acabó por cobrarse a la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paloma Esteban.
Y no era porque no se lo avisaron. Moncloa disponía desde hacía años de numerosos avisos del Centro Criptológico Nacional (CCN)-dependiente de los servicios de Inteligencia-, en los que se alertaba expresamente del riesgo de ataques con este sistema espía. Seis meses después, el último informe del CCN, en el que se analizan las amenazas e incidentes de 2021 –Ciberamenazas y tendencias– ni lo menciona. Tampoco los ataques a los móviles del Gobierno, cuya autoría se ha atribuido a Marruecos.
En el dosier no hay referencia alguna a este programa software, como sí la había en años anteriores. En 2019, por ejemplo, el mismo informe alertaba del «crecimiento de los ataques a dispositivos móviles» y avisaba expresamente de las «técnicas de phishing móvil» como «Dark Caracal y Pegasus» empleadas por «actores avanzados», como los Estados. En otros documentos, el CNI aludía también al programa espía, perfeccionado para penetrar en los dispositivos y robar información sensible aprovechándose de las vulnerabilidades de los sistemas operativos.

Ahora Pegasus no aparece. ¿Por qué?

Ahora, en cambio, Pegasus no aparece en el registro de «incidentes» detectados en 2021, aunque sí hay alusión a la amenaza que suponen los «grupos de ciberespionaje vinculados a Estados». «Los ataques más sofisticados, así como de mayor duración en el tiempo», se recoge en el informe, «están relacionados con acciones de ciberespionaje, llevadas a cabo principalmente por grupos asociados a intereses de ciertos Estados».  «Dichos ciberataques», prosigue, «tienen como fin obtener información sensible que proporcione ventaja estratégica y que ayude a alcanzar los intereses y objetivos de un Estado». Durante 2021, «los principales agentes de la amenaza han sido los grupos de ciberespionaje vinculados a Estados y los grupos dedicados al cibercrimen» y «los principales objetivos, las organizaciones dedicadas a la investigación, así como para la defensa nacional o gobiernos». Ni rastro de Pegasus ni de los ataques a los móviles del Gobierno.

La autoría del espionaje nunca ha sido desvelada, aunque se ha apuntado a Marruecos. Incluso se ha especulado con que el giro histórico de Sánchez con el Sáhara -plegándose a la propuesta de Rabat y, por tanto, traicionando a los intereses de España- tendría su explicación en el supuesto robo de información sensible del presidente por este país. El digital francés France Soir llegó a hablar de informaciones «comprometedoras» encontradas por los servicios de Inteligencia marroquíes sobre negocios de Begoña Gómez, mujer del presidente socialista, en Marruecos.

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